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¿CÓMO CONSTRUYÓ MARX SU “BOLIVAR Y PONTE”?

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Por Alberto J. Franzoia


Introducción


Carlos Marx ha sido no sólo un filósofo muy destacado, gestor de una concepción política revolucionaria, sino uno de los más grandes teóricos que dio la ciencia social, fundador junto con Federico Engels del materialismo histórico. Está claro que para poder construir una teoría de envergadura hay que manejar adecuadamente, por otra parte, algún método. Marx no se conformó con ello sino que creó con su amigo de toda la vida uno alternativo al dominante (ese inductivismo ingenuo utilizado por los positivistas de su tiempo), al que conocemos como materialismo dialéctico. Recurriendo a dicho método logró gestar no sólo una teoría general sobre los modos de producción, con especial atención puesta en el capitalismo, sino teorías regionales (más concretas que la anterior) centradas en formaciones sociales diversas, aunque claro está, la que dominó sus estudios fue el capitalismo maduro europeo (sobre todo inglés) de la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, dedicando tiempo y esfuerzo al estudio de otras realidades alejadas de su contexto, realizó importantes aportes al conocimiento de problemas como la guerra civil en EE.UU. o sobre las diversas formaciones sociales que se gestaron a partir de la disolución de la comunidad primitiva.

En 1858 Marx produce por encargo un artículo, que por su desarrollo podría ser catalogado más bien como un breve ensayo sobre nuestro libertador Simón Bolívar. Con el paso de los años dicho trabajo despertó todo tipo de polémicas ya que el Bolívar que nos presenta el científico alemán aparece muy desdibujado para todos aquellos que hemos intentado indagar con la mayor rigurosidad posible la historia de América Latina, tanto que se detectan serias inconsistencias metodológicas como la presencia de fuertes prejuicios. Sin bien no creo en la infalibilidad de nadie y en esto incluyo a los hombres más lúcidos que ha dado la humanidad (por lo que Marx no constituye una excepción), se imponen algunos interrogantes que nos permitan dilucidar la cuestión, ya que estamos ante un problema caro a los intereses objetivos del pueblo latinoamericanos. ¿Qué ocurrió con dicho estudio? ¿En qué medida el contexto histórico-social influyó negativamente? ¿Con qué tipo de limitaciones personales encaró Marx el trabajo? ¿Recurrió realmente a su materialismo dialéctico? ¿Es definitivo este desencuentro entre el marxismo y la figura de Bolívar?

Intentar respuestas en esta dirección es desde mi punto de vista una tarea definitivamente necesaria, ya que en momentos en que América Latina inicia una nueva etapa en sus luchas por la liberación nacional y social, no faltaran los sectores comprometidos explícitamente con el imperialismo y grupos consecuentemente antimarxistas, que recurrirán a este tipo de errores reales para promover un interesado desencuentro entre el pensamiento de Marx y la figura del libertador. En esa línea hostil a los procesos revolucionarios de nuestra Patria Grande se encuentran personajes como el sociólogo argentino José Enrique Miguens, quien en su artículo “Chávez parece ignorar que C. Marx odiaba a S. Bolívar” (publicado en el diario de la oligarquía argentina “La Nación”), intenta utilizar los errores de Marx para promover una mirada interesada cuyo primer objetivo seria minar teóricamente el proceso revolucionario conducido por el líder venezolano:
“Cunde en algunos países de América latina, incluida la Argentina, la impresión de que las grandes decisiones políticas se están manejando con un bajísimo nivel cultural, de conocimiento de los asuntos y de responsabilidad por las consecuencias. Se está viendo en los gobernantes una incomprensión de las dificultades que atraviesan las sociedades actuales, una infantil simplificación de las alternativas que se presentan y una enorme irresponsabilidad con respecto a las posibles consecuencias de lo que deciden. El autoritarismo que conlleva el pensamiento único hace que las decisiones políticas se adopten en conciliábulos de no más de tres o cuatro personas, con lo que se pierde el valioso aporte de las muchas personas capaces e informadas que hay en todo país.
Un caso paradigmático de este tipo de manejo político, sorprendente por varias razones, es el del llamado “socialismo bolivariano” del presidente de Venezuela, general Hugo Chávez, con su decadente retorno al marxismo y su inconsulta decisión de imponer la enseñanza del marxismo en todas las escuelas del país” (1).

Antes de buscar posibles respuestas para los interrogantes formulados, conviene recordar pero brevemente (ya que el tema ha sido abordado en reiteradas oportunidades por diversos investigadores) cómo es el Bolívar de Marx. Aclaro sin embargo que no realizaré ningún análisis de contenido sobre del texto; sólo me limitaré a transcribir algunas frases clave para que cada lector las juzgue por sí mismo, ya que no trato de demostrar que estamos en presencia de un gran error (eso no merece ser discutido), sino que estoy interesado en indagar cuáles pueden haber sido los factores que influyeron en este tropezón del investigador alemán. Las frases que transcribo manifiestan un contenido acorde con lo que es el conjunto del ensayo y por dicho motivo han sido seleccionadas como frases pertinentes.



Lo que dijo Marx de Bolívar


Fragmentos de “Bolívar y Ponte” de Carlos Marx (1958). Archivo Marx y Engels:
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/58-boliv.htm


“Cuando los prisioneros de guerra españoles, que Miranda enviaba regularmente a Puerto Cabello para mantenerlos encerrados en la ciudadela, lograron atacar por
sorpresa la guardia y la dominaron, apoderándose de la ciudadela, Bolívar,
aunque los españoles estaban desarmados, mientras que él disponía de una fuerte
guarnición y de un gran arsenal, se embarcó precipitadamente por la noche con
ocho de sus oficiales, sin poner al tanto de lo ocurría ni a sus propias tropas,
arribó al amanecer a Guaira y se retiró a su hacienda de San Mateo. Cuando la
guarnición se enteró de la huida de su comandante, abandonó en buen orden la
plaza, a la que ocupan de inmediato los españoles al mando de Monteverde. Este
acontecimiento inclinó la balanza a favor de España y forzó a Miranda a
suscribir, el 26 de julio de 1812, por encargo del congreso, el tratado de La
Victoria, que sometió nuevamente a Venezuela al dominio español.”

“Para fortalecer su poder tambaleante Bolívar reunió, el 1de
enero de 1814, una junta constituida por los vecinos caraqueños más influyentes
y les manifestó que no deseaba soportar más tiempo el fardo de la dictadura.
Hurtado de Mendoza, por su parte, fundamentó en un prolongado discurso "la
necesidad de que el poder supremo se mantuviese en las manos del general Bolívar hasta que el Congreso de Nueva Granada pudiera reunirse y Venezuela unificarse bajo un solo gobierno". Se aprobó esta propuesta y, de tal modo, la dictadura recibió una sanción legal.”

“Tras la derrota que Boves infligió a los insurrectos en Arguita, el 8 de agosto
de 1814, Bolívar abandonó furtivamente a sus tropas, esa misma noche, para
dirigirse apresuradamente y por atajos hacia Cumaná, donde pese a las airadas
protestas de Ribas se embarcó de inmediato en el "Bianchi", junto con Mariño y
otros oficiales. Si Ribas, Páez y los demás generales hubieran seguido a los
dictadores en su fuga, todo se habría perdido.”

“En Ocumare difundió un nuevo manifiesto, en el que
prometía "exterminar a los tiranos" y "convocar al pueblo para que designe sus
diputados al congreso. Al avanzar en dirección a Valencia, se topó, no lejos de
Ocumare, con el general español Morales, a la cabeza de unos 200 soldados y 100
milicianos. Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de
Bolívar, éste, según un testigo ocular, perdió "toda presencia de ánimo y sin
pronunciar palabra, en un santiamén volvió grupas y huyó a rienda suelta hacia
Ocumare, atravesó el pueblo a toda carrera, llegó a la bahía cercana, saltó del
caballo, se introdujo en un bote y subió a bordo del « Diana», dando orden a
toda la escuadra de que lo siguiera a la pequeña isla de Bonaire y dejando a
todos sus compañeros privados del menor auxilio."

“Sin embargo Piar, el conquistador de Guayana, que otrora había amenazado con someter a Bolívar ante un consejo de guerra por deserción, no escatimaba sarcasmos contra el "Napoleón de las retiradas", y Bolívar aprobó por ello un plan para eliminarlo. Bajo las falsas imputaciones de haber conspirado contra los blancos, atentado contra la vida de Bolívar y aspirado al poder supremo, Piar fue llevado ante un consejo de guerra presidido por Brion y, condenado a muerte, se le fusiló el 16 de octubre de 1817.”

“…las tropas extranjeras, compuestas fundamentalmente por
ingleses, decidieron el destino de Nueva Granada merced a las victorias
sucesivas alcanzadas el 1 y 23 de julio y el 7 de agosto en la provincia de
Tunja. El 12 de agosto Bolívar entró triunfalmente a Bogotá, mientras que los
españoles, contra los cuales se habían sublevado todas las provincias de Nueva
Granada, se atrincheraban en la ciudad fortificada de Mompós.
Luego de dejar en funciones al congreso granadino y al general Santander como
comandante en jefe Bolívar marchó hacia Pamplona, donde paso mas de dos meses en festejos y saraos.”

“A pesar de que disponía de fuerzas holgadamente superiores, Bolívar se las arregló para no conseguir nada durante la campaña de 1820.”

“Un rápido avance del ejército victorioso hubiera producido, inevitablemente, la rendición de Puerto Cabello, pero Bolívar perdió su tiempo haciéndose homenajear en Valencia y Caracas.”

“Esta campaña, que finalizó con la incorporación de Quito, Pasto y Guayaquil a
Colombia, se efectuó bajo la dirección nominal de Bolívar y el general Sucre,
pero los pocos éxitos alcanzados por el cuerpo de ejército se debieron
íntegramente a los oficiales británicos, y en particular al coronel Sands.”

“Mediante su guardia de corps colombiana manipuló las decisiones del Congreso de Lima, que el 10 de febrero de 1823 le encomendó la dictadura; gracias a un nuevo simulacro de renuncia, Bolívar se aseguró la reelección como presidente de Colombia. Mientras tanto su posición se había fortalecido, en parte con el reconocimiento oficial del nuevo estado por Inglaterra, en parte por la conquista de las provincias altoperuanas por Sucre, quién unificó a las últimas en una república independiente, la de Bolivia. En este país, sometido a las bayonetas de Sucre, Bolívar dio curso libre a sus tendencias al despotismo y proclamó el Código Boliviano, remedo del Code Napoleón. Proyectaba trasplantar ese código de Bolivia al Perú, y de éste a Colombia, y mantener a raya a los dos primeros estados por medio de tropas colombianas, y al último mediante la legión extranjera y soldados peruanos. Valiéndose de la violencia, pero también de la intriga, de hecho logró imponer, aunque tan sólo por unas pocas semanas, su código al Perú. Como presidente y libertador de Colombia, protector y dictador del Perú y padrino de Bolivia, había alcanzado la cúspide de su gloria.”

“En el año 1826, cuando su poder comenzaba a declinar, logro reunir un congreso
en Panamá, con el objeto aparente de aprobar un nuevo código democrático internacional. Llegaron plenipotenciarios de Colombia, Brasil, La Plata, Bolivia, México, Guatemala, etc. La intención real de Bolívar era unificar a toda América del Sur en una república federal, cuyo dictador quería ser él mismo. Mientras daba así amplio vuelo a sus sueños de ligar medio mundo a su nombre, el poder efectivo se le escurría rápidamente de las manos.”


El Bolívar de Marx es como se observa militarmente inepto y cobarde, debía todos sus éxitos a otros militares como Paez o Sucre, y en su faz política era partidario de una dictadura aristocrática. Tanto es así que en posterior carta a Engels, fechada el 14 de febrero de 1958, lo califica en los siguientes términos: "“Simón Bolívar es el canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque".
Éste personaje con el que compara a Bolívar, también llamado Faustino I, era un déspota ambicioso, amigo del lujo, las cortes y el poder absoluto, que fue erigido emperador de Haití en 1849 y gobernó hasta 1859.



¿En qué contexto construye Marx su “Bolívar y Ponte”?


En el año 1857 Charles Dana, un periodista serio e íntegro, quien por entonces dirigía el New York Darly Tribune (convirtiéndose a partir de 1868 en propietario del diario The Sun) les encargó a Marx y Engels un conjunto de biografías para la Enciclopedia New American. Marx fue quien se encargó de escribir la correspondiente a Simón Bolívar durante enero de 1858 y fue publicada en el tercer tomo de dicha enciclopedia. Sin embargo, este trabajo fue olvidado y resultó poco conocido para la mayoría de sus partidarios como así también de sus detractores. Fue el ensayista Aníbal Ponce (1898-1938), pionero en el campo de la psicología argentina y colaborador de José Ingenieros, quien dio con el mismo en 1934 en una edición en ruso de las obras de Marx y Engels; luego lo traduce al castellano y lo publica en la revista Dialéctica de Buenos Aires cuando transcurría el año 1936, apenas dos años antes de su prematura muerte en México. Sin embargo no pocos intelectuales latinoamericanos estuvieron insuficientemente informados sobre el ensayo de Marx, tanto es así que Carlos Ayala Corao publica su artículo crítico sobre el Bolívar del investigador alemán en El Universal de Caracas en 2001, mencionando que dio por primera con el mismo en el transcurso de ese año.

Como sabemos la biografía de Marx se desarrolló en varias naciones europeas (aunque predominantemente en Alemania e Inglaterra) y su producción intelectual transcurre durante cuatro décadas del siglo XIX, entre la del cuarenta y los primeros años de la del ochenta. Era por lo tanto un intelectual situado en el seno del capitalismo maduro europeo durante la etapa de libre competencia, y transcurrió sus últimos años cuando recién éste comenzaba a perfilarse hacia la etapa catalogada por Lenin como monopólica e imperialista. Resulta evidente, sobre todo desde una perspectiva marxista, que el contexto histórico actuará como condicionante no favorable para su ensayo. Sin embargo en otro trabajo escribí sobre el eurocentrismo que sectores nacionalistas de América Latina le atribuyen a Marx:
“…los fundadores del nuevo paradigma centraron sus estudios obviamente sobre la realidad europea en la etapa del capitalismo de libre competencia, es decir, partiendo de su propia práctica. Por otra parte, por aquellos años la información disponible sobre el mundo periférico era mínima si la comparamos con la existente en la actualidad y tenía un sesgo marcadamente etnocentrista. Cuando Marx y Engels desarrollan su trabajo intelectual, América Latina recién está gestando formas de organización política alternativas a la existente en tiempos del colonialismo clásico. Si no se considera este contexto se puede caer en el error de acusarlos de falta de rigurosidad a la hora de abordar aquella situación ajena al capitalismo desarrollado. En realidad por aquellos días ningún intelectual tenía una idea acabada sobre lo que ocurría por estas tierras (tanto que para Hegel formaban parte de los pueblos sin historia), incluyendo a todos aquellos que fueron tomados como referentes por el pensamiento nacional y “nacionalista”, y esto es independiente de que se explicite o no quién es el referente “(2).

Esta falta de información rigurosa pero común a los pensadores europeos de la época, más la etapa del capitalismo vivida por Marx lo condujo a depositar muchas expectativas en el proceso histórico vivido en Europa; expectativas por cierto desmedidas y nunca confirmadas con respecto a su condición vanguardista para la liberación de los pueblos. Pero esta innegable limitación contextual no le impidió a Marx captar algo que por diversas razones fue ignorado u ocultado por la mayoría de sus contemporáneos, tal como queda explícito en El Capital:
““El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales en el movimiento de la acumulación originaria” (3).

Es decir, resultaría absurdo negar que estuviera condicionado por su contexto, lo cual constituye por otra parte uno de los presupuestos centrales de su epistemología, pero su condición de intelectual situado en Europa no lo convertía necesariamente en un eurocéntrico. En el trabajo citado dije:
“La conquista y colonización de América Latina no sólo no es ajena al desarrollo del capitalismo, sino que resulta fundamental como parte del sistema casi desde los inicios de éste. Diferenciándose de los ideólogos hispanistas que pretenden instalar la versión rosa de la conquista del nuevo mundo (como bien lo ha señalado Abelardo Ramos), o de los antropólogos evolucionistas que justifican la colonización de los pueblos “primitivos” en nombre de la civilización, Marx analiza con la mayor objetividad (que le permitía el siglo XIX) el papel desempeñado por estas regiones en la acumulación originaria de capital para el desarrollo del capitalismo. Por supuesto no fue ajeno a ciertos prejuicios de la época, pero sus aportes para la comprensión del proceso histórico superaron con creces a éstos”(4).

Por otra parte en su madurez Marx fue avanzando cada vez más en la dirección correcta al considerar líneas de desarrollo histórico alternativas al europeo. Las bases de esta interpretación se encuentran ya en un trabajo que como veremos produce en el mismo año que escribe la biografía de Bolívar, y alcanza su confirmación con la respuesta de Marx a la carta de Vera I. Zasúlich fechada el 16 de febrero de 1881. Dice Engels al respecto:
“En su carta, Zasúlich, al informar a Marx sobre el papel que había desempeñado "El Capital" en las discusiones de los socialistas rusos acerca de los destinos del capitalismo en Rusia, le pedía en nombre de los camaradas, los «socialistas revolucionarios» rusos, que expusiese sus puntos de vista sobre esta cuestión y, en particular, sobre la cuestión de la comunidad. Cuando recibió la misiva (así como otra de Petersburgo, del Comité Ejecutivo de la «Libertad del Pueblo», con análoga petición), Marx, trabajando en el tomo III de "El Capital", ya había dedicado mucho esfuerzo al estudio de las relaciones socioeconómicas en Rusia, del régimen interior y el estado de la comunidad campesina rusa. Con motivo de las mencionadas cartas realizó un gran trabajo suplementario para sintetizar el material de las fuentes estudiadas y llegó a la conclusión de que sólo una revolución popular rusa, apoyada por la revolución proletaria en Europa Occidental podía superar las «influencias perniciosas» que acosaban por todos los lados a la comunidad rusa. La revolución rusa crearía una situación favorable para la victoria del proletariado europeooccidental, y éste ayudaría, a su vez, a Rusia a soslayar la vía capitalista de desarrollo” (5).

Los críticos latinoamericanos de Marx y de todo lo que huela a marxismo ponen especial énfasis en los prejuicios reales que tenía, pero no sólo disimulan sus enormes aciertos como explicitar sin ambigüedades el carácter brutal y expoliador de la conquista y colonización realizada por Europa en las regiones periféricas del sistema, sino que olvidan contextuar su producción intelectual. Sin embargo, estos defensores de un pensamiento nacional “puro”, curiosamente no dudan en refugiarse luego en la filosofía de unos esclavistas europeos de origen griego como Platón o Aristóteles. Es evidente por lo tanto que lo que con insistencia se le ha cuestionado a Marx y Engels poco tiene que ver con sus huellas europeas y mucho con el carácter realmente revolucionario (cuestionador de la propiedad privada) de su teoría, como de las posibilidades para el cambio profundo que emanan de su método. Pero continuemos con otras limitaciones objetivas a la hora de producir su Bolívar para aclarar un poco más la cuestión.


¿Con qué limitaciones personales se encontró Marx a la hora de producir su ensayo?


Cuando en 1857 Dana le encarga a Marx la producción de biografías entre las cuales se encuentra la de Simón Bolívar no sólo estamos en presencia del contexto considerado, sino de una etapa cargada de trabajo intelectual para el científico alemán. Efectivamente, durante ese año produce varios textos de gran importancia teórica:
1. Introducción a la crítica de la economía política (cuya primera publicación data de 1903 y en castellano de 1933).
2. Líneas fundamentales de la crítica de la economía política, texto fundamental al que hacíamos referencia para desacreditar una supuesta visión eurocéntrica de Marx ya que considera diversas líneas de disolución de la comunidad primitiva más allá de la seguida por Europa Occidental (se publica recién entre 1938-41 y en castellano en 1966).
3. Contribución a la crítica de la economía política (escrito entre 1857 y 1859 es publicado ese mismo año y en 1910 en castellano).
Estos trabajos son preparatorios por otra parte del desarrollo riguroso de su obra cumbre, El Capital, cuyo primer tomo si bien será publicado en 1867, llevó a este obsesivo de la investigación a invertir muchos años en lecturas pertinentes, aprender álgebra superior, esbozar borradores y en la redacción del texto final.

Semejante tarea, agotadora por cierto, no se correspondía con las condiciones de vida más propicias para iniciar simultáneamente un nuevo y complejo trabajo, como era escribir una biografía sobre un hombre al que no conocía, quien a su vez actuaba en un paisaje, el suramericano, del que se tenía poca información y no siempre confiable. Tanto es así que algunos documentos esenciales para captar científicamente dicha realidad vieron la luz tiempo después del ensayo de Marx. Si a esto les agregamos los prejuicios (que nunca son ajenos al desconocimiento) presentes aún en los europeos más avanzados de la época en relación a las habitantes de las ex colonias de América Latina, el panorama se presentaba realmente como muy poco propicio. Pero además, y como si los factores señalados no fuesen suficientes, la situación económica y familiar de Marx por esos años era terrible. Sobre esta cuestión dice Humberto Cerroni:
“La salud de Marx y de su familia empeoraba por momentos. En marzo de 1855, una nueva desgracia se abate sobre Marx: su hijo Musch fallece de una tuberculosis intestinal. Marx quedó deshecho. La tragedia del genio se prolongó durante años. En enero de 1857 Marx le notificaba a Engels que tenía los ojos inflamados de tanto escribir y, días después, añadía: “en realidad, me encuentro en una situación mucho más desesperada que hace cinco años”. En marzo la salud de su mujer se reciente como consecuencia de un nuevo embarazo…En julio el niño nació muerto. En enero de 1858 (cuando escribe su ensayo. Agregado mío) solicita la ayuda de Engels confesando que la familia pasa frío porque no pueden compra carbón: la mujer ha tenido que empeñar hasta el chal. Y añade: “Yo supero la miseria trabajando sobre cuestiones de carácter general. Mi mujer, sin embargo, no puede recurrir a esto” (6).

Dije inicialmente que el ensayo presenta deficiencias metodológicas, lo que no deja de resultar desconcertante si no se toman todos los recaudos para interpretar el contexto de producción del mismo y la situación personal de su autor. Si consideramos en profundidad la obra completa de Marx se advierte que metodológicamente acostumbra proceder con un gran rigor, sobre todo cuando construye su tipología sobre la estructura económica de un modo de producción o cuando analiza concretamente una formación social. Por otra parte sus estudios en el campo político e ideológico tienen una correspondencia fuerte y lógica con sus abordajes materiales, tratando siempre de captar el juego de las “acciones y reacciones” entre ambos aspectos de la sociedad como gustaba afirmar Engels, lo cual resulta claro en el estudio de formaciones sociales concretas. Sin embargo, en el ensayo sobre Bolívar Marx se muestra poco riguroso; es cierto que había documentos que no se conocían en su tiempo, pero llama la atención la siguiente circunstancia planteada por Ramón E. Azócar:
“El absurdo de esta percepción de Marx se debe, en el rigor de una visión histórico-conflictual, a que él aceptó como ciertas críticas y juicios de personas que eran consideradas como detractores de las acciones de Simón Bolívar. Tal es el caso de la obra Histoire de Bolívar, del General Ducoudray-Holstein (de 1831); y las Memoirs of General John Miller, al servicio de la República del Perú, publicadas en Londres en 1819. Textos de los cuales extrajo ideas tal cual estaban expresas, sin profundizarlas y menos aún sin someterlas a un análisis crítico de sus fuentes. Lo asombroso del caso es que para el tiempo de confección del mencionado ensayo, y precisamente en el sitio donde lo desarrolló, el British Museum de Londres, habían en sus anaqueles, según lo pudo constatar Hans-Joachim Konig, estudios históricos como el de J.P. Hamilton, Travels through the interior provinces of Colombia, de 1827; y el de R.L. Vowell, Compaigns and cruises in Venezuela and New Granada, and in the Pacific Ocean Fromm 1817 to 1830, publicado en 1831, los cuales eran una muestra fiel y exacta de la verdadera estatura histórica de
Bolívar” (7)

En principio lo que se puede inferir es que Marx no fue fiel a su método de trabajo, ya que recurrió sólo a una fracción del material disponible y lo incorporó sin someterlo a ninguna interpretación crítica, tal como lo aconsejaba la aplicación del método que él mismo había creado con Engels. En el seno de un estudio materialista y dialéctico todo dato debe ser interpretado para pasar de su realidad seudoconcreta a la auténtica concreción, tal como en el siglo XX lo expusiera el brillante marxista Karel Kosik. De este abordaje recostado sobre una parcialidad de la información disponible y un método de investigación, como veremos, no materialista, emergió un Bolívar ajeno al real. Sin embargo hay que decir que Marx era plenamente consciente que su trabajo resultó de una gran fragilidad teórica e histórica, tanto que el propio Dana (quien se lo había encargado) estaba disconforme. En carta dirigida a Engels Marx sostiene:
“En lo que toca al estilo prejuiciado, ciertamente me he salido algo del tono enciclopédico. Pero hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napoleón I al canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque.”
Por un lado coincide con Dana en el estilo poco riguroso de su biografía, por otro utiliza como argumento justificador una serie de adjetivos que no hacen más que confirmar lo que está cuestionando. Lo cierto es que aplicar el materialismo dialéctico supone una inversión de tiempo y esfuerzo que por lo visto Marx no estaba en condiciones de realizar.

Otro factor a tener en cuenta es que luego de producido el ensayo fueron apareciendo nuevos documentos y datos que aportan nueva luz sobre el tema. Un documento clave para descubrir cuál era la postura política del libertador es El Discurso de Angostura pronunciado el 15 de febrero de 1819 en la provincia de Guayana, como consecuencia de la instalación del segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela en San Tomé de Angostura (actualmente Ciudad Bolívar). Sostiene al respecto Ramón E. Azócar:
“Pero lo que es imperdonable a Marx, es que ese mismo año de 1858, gracias a la traducción al inglés realizada por el comerciante James Hamilton, llegó a los círculos intelectuales de Londres el texto “El Discurso de Angostura”, pieza oratoria escrita por Bolívar en 1819, y la cual constituye un documento de vital importancia para entender los motivos de la emancipación sudamericana respecto del dominio colonial español, y en donde se pronuncian frases a favor de la democracia…” (8).
Sin embargo Azócar omite un detalle nada menor en torno a esta cuestión: Marx había escrito su ensayo cuando ese año recién se iniciaba (enero de 1858).

Efectivamente dicho discurso hubiera resultado importante para construir un Bolívar más cercano a la realidad:
“En el discurso pronunciado durante casi una hora ante El Congreso de Angostura, el Libertador analizó de manera profunda la realidad de su tiempo, señalando la conveniencia de que las instituciones que surgieran en América a raíz de la Independencia, debían responder a las necesidades y posibilidades de estas sociedades, sin copiar modelos de tierras extrañas. Aunque se reconoce en este documento lo favorable del régimen federal para otras naciones; se sostiene que en el caso de Venezuela es preferible un Centralismo, basado en un Poder Público distribuido en las clásicas ramas: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; resaltando la fortaleza del Ejecutivo. Sugiere también Bolívar que a estos tres poderes se agregue una cuarta instancia denominada Poder Moral, destinado a exaltar el imperio de la virtud y enseñar a los políticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, concebía la idea de una Cámara Alta hereditaria, para mantener en ella la tradición edificante de los padres de la patria; lo cual no encajó muy bien con la letra del Poder Moral. En una demostración de gran ilustración el Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma y examina las instituciones políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para esto a filósofos y políticos de la Enciclopedia y de la Revolución Francesa, para desembocar en la necesidad de instaurar un sistema republicano-democrático, con proscripción de la nobleza, los fueros y privilegios, así como de la abolición de la esclavitud. Otro aspecto al que dedicó una importancia fundamental en el proceso de consolidación de las repúblicas latinoamericanas, fue a la educación. En este sentido, para él educar era tan importante como libertar. De lo que se desprende su memorable sentencia: "Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades". Después de desarrollar otros tópicos relacionados con una visión sobre la grandeza y el poderío de la América libra y unida, cierra Bolívar su discurso con la siguiente exhortación al Congreso: " Señor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías". Tras esto hizo entrega de un proyecto de Constitución así como del Poder Moral, a fin de que fueran estudiados por los diputados, añadiendo: "El Congreso de Venezuela está instalado; en él reside, desde este momento, la Soberanía Nacional. Mi espada y las de mis ínclitos compañeros de armas están siempre prontas a sostener su augusta autoridad. ¡Viva el Congreso de Venezuela!" (9).
Sin embargo aún si Marx hubiese incluido este documento nos encontraríamos con un error mayor que no le permitió ser riguroso.


¿Recurrió Marx realmente al materialismo dialéctico?


Tanto Marx como Engels se esforzaron a lo largo de sus vidas no sólo por desarrollar una rigurosa teoría materialista de la historia que superase tanto el idealismo filosófico predominante en Alemania, como otras versiones más “empiristas” (pero también insuficientes) que dominaban el panorama en Inglaterra y Francia, sino que para conseguir su objetivo (científico) y engendrar continuadores en dicha tarea, formularon y aplicaron un método tan novedoso como alternativo: el materialismo dialéctico.

Uno de los aspectos esenciales a tener en cuenta a la hora de evaluar el Bolívar construido por Marx, es que precisamente no recurrió a dicho método de investigación. Desde sus primeros trabajos, y sobre todo uno producido en común con Engels como “La ideología alemana”, Marx cuestiona a las visiones poshegelianas que combaten frases hegelianas con otras frases, interpretando la historia desde un idealismo que los conduce inevitablemente a sobredimensionar la presencia de “héroes y Estados”. Para ellos en cambio, la historia más objetiva posible es aquella que indaga en las condiciones materiales a partir de las cuales se originan fuerzas y clases sociales que encontraran en esos héroes (o villanos) y Estados tan sólo los sujetos o entidades que expresen sus intereses objetivos. Engels sostenía en carta a Bloch:
“La situación económica es la base, pero los diversos factores de la superestructura que sobre ella se levanta --las formas políticas de la lucha de clases y sus resultados, las Constituciones que, después de ganada una batalla, redacta la clase triunfante, etc., las formas jurídicas, e incluso los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los participantes, las teorías políticas, jurídicas, filosóficas, las ideas religiosas y el desarrollo ulterior de éstas hasta convertirlas en un sistema de dogmas-- ejercen también su influencia sobre el curso de las luchas históricas y determinan, predominantemente en muchos casos, su forma” (10).

Engels destaca el papel importante de las ideas pero sin olvidar que su origen está en la realidad material. Son por lo tanto sólo las formas como se manifiesta la historia, por eso Antonio Gramsci sostiene años más tarde:
“Las fuerzas materiales son el contenido y las ideologías las formas, la distinción entre forma y contenido es aquí puramente didáctica, porque las fuerzas materiales no podrían ser conocidas históricamente sin forma y las ideologías serian pura fantasías individuales sin las fuerzas materiales” (11). La relación es dialéctica, pero sin su contenido las ideologías no superan la condición de meras “fantasías individuales”.

Ahora bien, cuando Marx afirma que Bolívar es el “canalla más cobarde, brutal y miserable” no recurre a la aplicación de su método materialista y dialéctico por lo que él mismo es víctima de una interpretación idealista cargada de prejuicios. ¿En qué momento de su ensayo sobre Bolívar se comprueba una interpretación histórica que identifique en primera instancia cuál es el contenido de las formas (muy discutibles) que expone? ¿En qué momento del ensayo se manifiesta la utilización del método que lo llevaría a considerar seriamente estas manifestaciones que él evalúa como “cobardía”, “brutalidad” o “miserabilidad” como formas que expresen algo más que una determinada personalidad? La utilización del método marxista necesariamente lleva a la identificación de clases, fracciones de clases y grupos de la superestructura que a veces se expresan a través de caudillos, líderes, personalidades especiales pero nunca como entes o individualidades aisladas. En realidad la lectura completa y minuciosa de su trabajo no permite identificar más que un conjunto de ideas sin sustento materialista ni dialéctico. Las acciones y reacciones a las que se refiere Engels cuando explica el materialismo dialéctico que ellos postulan está plenamente ausente en “Bolívar y Ponte”. O en lenguaje gramsciano lo que encontramos en este trabajo son sólo las formas, por lo tanto fantasías individuales.

Como bien ha afirmado Aurelio Narvaja, un referente de los inicios de la Izquierda Nacional en Argentina, en su análisis sobre esta cuestión (12), Marx nunca tuvo en cuenta a la hora de abordar ciertas contradicciones detectables en el pensamiento de Bolívar las marchas y contramarchas verificables en los procesos político-ideológicos. Las mismas se desenvolvían, a su vez, en el contexto socio económico propio de Europa, y sobre todo de España, durante las primeras décadas del siglo XIX. Esas marchas y contramarchas ejercieron gran influencia en la revolución latinoamericana, y no sólo en Bolívar. Recuérdese por ejemplo que ya en los inicios de la revolución en el Río de La Plata Mariano Moreno fue el responsable de dos trabajos muy distintos en breve tiempo (1809-1810): por un lado escribe “La representación de los hacendados” de orientación liberal y, un año después, su “Plan de operaciones” en la que propone el intervencionismo del Estado. La figura de San Martín, contemporánea plenamente con la de Bolívar, también se ha visto envuelto en controversias acerca de cuál era el proyecto que realmente encarnaba. Manuel Belgrano fue adaptando sus ideas a los cambios europeos. Dice Narvaja:
“Es que la revolución americana había surgido como una consecuencia de los profundos cambios económicos y políticos de Europa en general y de España en particular. Aplastada la revolución en sus lugares de origen, las antiguas colonias de América quedaron libradas a su destino. Desesperadamente buscaron los patriotas un eje, un centro aglutinante que les permitiera afrontar las nuevas realidades, adaptándose a la política triunfa en Europa. Revolución burguesa sin burguesía, sin capitalismo y sin medios de comunicación, unida sólo en la comunidad de origen, de idioma, de religión y de aspiraciones” (13).

Marx tampoco consideró la base material existente en estas tierras, por lo tanto las clases y fuerzas sociales con las que Bolívar contaba para mantener hasta las últimas consecuencias una propuesta plenamente democrática (obviamente una democracia burguesa). Los retrocesos experimentados en la España revolucionaria y la falta de un desarrollo capitalista en América Latina conspiraron, como no podía ser de otro modo, contra las ideas iniciales de Simón Bolívar. Sin embargo nos dice nuevamente Narvaja:
“Muchos de sus amigos y partidarios lo acusaron de haber traicionado sus primitivos ideales democráticos. Quienes lucharon a su lado afirman que en el corazón de Bolívar permaneció siempre encendida la llama del patriotismo y del desinterés y que sus cambios ideológicos estuvieron motivados en concretas y precisas finalidades políticas” (14).
Es decir, ni siquiera en los momentos de mayor adversidad y contradicción renuncia a su visión patriótica y desinteresada.

El problema metodológico de Marx es plenamente constatable:
1. Por un lado no recurrió a todos los documentos disponibles, ni tampoco interpretó correctamente los datos presentes en los documentos abordados ya que se concentro en formas sin contenidos.
2. Esto es consecuencia del abandono del método que el mismo junto a Engels habían creado, método que requiere una inversión de tiempo y de esfuerzo intelectual significativos para superar el abordaje simple de la realidad seudoconcreta, lo que le hubiese permitido hacer la necesaria interpretación materialista de ciertas marchas y contramarchas experimentadas por Bolívar en el terreno militar y político.
3. Como consecuencia de lo anterior prevalecieron los prejuicios que son moneda común en toda concepción idealista de la historia, ese tipo de concepciones en las que la realidad es explicada a partir de las características de ciertos personajes: “Pero hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napoleón I al canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque.”



Conclusiones sobre la cuestión


Por los factores que hemos considerado se puede sostener que “Bolívar y Ponte” de Marx no es uno de sus aportes más destacables tanto en el terreno de la ciencia como en el de la política. Su mayor problema radica en que Marx no estaba demasiado interesado en la tarea que le había encargado Charles Dana, y la falta de conocimientos sobre el tema le demandaba un tiempo y esfuerzo que por lo visto no estaba en condiciones de invertir. Sus intereses teóricos estaban puestos en ese año en otro lugar (fundamentalmente en El Capital y en los trabajos preparatorios para el mismo), su condición económica y familiar era lamentable, y si bien aceptó el encargo (más por necesidad que por interés intelectual) no resolvió la tarea con la rigurosidad que habitualmente lo ha caracterizado. Existieron por lo tanto condicionantes tanto subjetivos como objetivos que no le permitieron recurrir a su propio método de investigación. La utilización del materialismo dialéctico supone un abordaje de semejante densidad, que no puede resolverse en escaso tiempo partiendo de un profundo desconocimiento del tema. Obviar trabajos ya existentes sobre Bolívar, considerar sólo algunos y sin aplicar el materialismo dialéctico para interpretar correctamente los datos detectados, caer por lo tanto en un abordaje idealista que refiere gran parte del estudio a las características psicológicas y morales del personaje considerado, no pueden ser sino consecuencia del escaso tiempo invertido en el trabajo que le habían encargado para la Enciclopedia New American, ya que Marx nunca renegó de su método al cual volvió en todos los trabajos simultáneos y posteriores a su Bolívar.

Tanto el contexto histórico, con escaso conocimiento de la realidad latinoamericana, como la situación personal de Marx, no se correspondían con las condiciones más propicias para gestar un trabajo serio. Desde ya no resulta extraño que sus adversarios hayan recurrido hasta la fecha a éste y otros errores comprobables del científico y político alemán (pero que no hacen al tema que estamos analizando) con la intención de desacreditar con mala fe su inmensa obra; inmensidad comprobable en tanto a ciento veinticinco años de su muerte una parte significativa sigue siendo referente para debates y nuevas producciones teóricas y políticas tanto a favor como en su contra. Pero esto es habitual cada vez que nos encontramos con adversarios de escasa talla intelectual (y a veces moral); los de fuste, por el contrario, no suelen recurrir a estas pequeñeces humanas. El Bolívar construido por Marx es inaceptable no por cuestiones afectivas o ideológicas que contrarían nuestra visión de la historia latinoamericana, sino porque no es una construcción rigurosa. Y esa falta de rigor, excepcional en Marx, conspira contra el producto de tal manera que lo convierte en una seria deformación de la realidad.
Sin embargo, es tarea de los marxistas de la Patria Grande del siglo XXI, producir la teoría necesaria que vincule los aportes científicos y políticos de Marx con la concepción latinoamericanista de Simón Bolívar, concepción que más allá de las dificultades objetivas que debió enfrentar, de sus marchas y contramarchas, no dejó de ser patriótica y revolucionaria. Y para construir esa teoría regional (específica de un tiempo y un lugar bien acotados) el mismo Marx (junto con Engels) nos legó el método más propicio: el materialismo dialéctico.

Esa dialéctica que debe partir de la reflexión sobre la práctica del sujeto social y político de América Latina esta en condiciones, por su propia naturaleza, de gestar una teoría regional que sólo tome a la teoría general como brújula orientadora, pero que a la vez sea nutriente de ésta con su aporte específico. Y esa teoría surgida de la especificidad de nuestro contexto es la que servirá para modificar nuestra propia práctica o realidad. Porque como el mismo Marx sostuvo desde sus tesis sobre Feuerbach, la realidad no debe ser entendida como simple objeto de contemplación, sino como producto siempre cambiante gestado en la relación sujeto-objeto, ya que el hombre es hecho por las circunstancias pero a su vez las hace a ellas:
“La teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y de que por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente, a la sociedad en dos partes, una de las cuales está por encima de la sociedad (así, por ej., en Robert Owen). La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria” (15).


Marx debe ser asumido como un científico y político excepcional pero no infalible. Cometió errores, algunos significativos, y su Bolívar forma parte de ellos. Pero nos legó como brújula una teórica general de la historia (siempre guía, nunca receta) y un método para que sus continuadores (en este caso tan latinoamericanos como él fue europeo o Lenin ruso) podamos producir una teoría regional o concreta acorde con las necesidades de la hora. Estoy persuadido de que la fusión entre los aportes concretos de Carlos Marx y de Simón Bolívar, como en su momento lo planteara Abelardo Ramos en su genial síntesis, el marxismo-bolivarismo, es una necesidad impostergable para producir la teoría necesaria que oriente la transformación revolucionaria de la Patria Grande hasta convertirla en una tierra liberada definitivamente del imperialismo y de las oligarquías nativas que actúan como sus intermediarios.


La Plata (Argentina), marzo de 2008





Bibliografía



1. Miguens José, “Chávez parece ignorar que Carlos Marx odiaba a Simón Bolívar”: http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota.asp?nota_id=956174


2. Franzoia Alberto J., LAS DESVIACIONES DEL MATERIALIMO HISTÓRICO II: EL EUROCENTRISMO, 2005, publicado digitalmente en “Reconquista Popular” y en Investigaciones “Rodolfo Walsh”.

3. Marx Carlos: “El capital”, tomo 1, p. 638, Fondo de Cultura Económica, México, 1982.

4. Franzoia Alberto J., trabajo citado.


5. Engels Federico, Proyecto de Respuesta a la Carta de Vera zasúlich, archivo digital Marx y Engels: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/81-a-


6. Cerroni Humberto, “El pensamiento de Marx”, páginas 31 y 32, Ediciones del Serbal, 1980

7. Azócar Ramón, Bolívar visto por Marx, septiembre de 2005, en: http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2738102.asp

8. Azócar Ramón, texto citado

9. Azócar Ramón, texto citado

10. Engels Federico, “Carta a José Bloch”, cartas Marx y Engels:
http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe329.htm

11. Gramsci Antonio, “El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto
Croce”, página 39

12. Narvaja Aurelio, “Bolívar y Marx” en “Cuarenta años de Peronismo”, páginas 35/39, Ediciones del Mar Dulce, 1985.

13. Narvaja Aurelio, ibid

14. Narvaja Aurelio, obra citada

15. Marx Carlos, “Tesis sobre Feuerbach” (tesis 3), en:
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45-feuer.htm

SINTESIS DEL PENSAMIENTO DE J. M. BRICEÑO GUERRERO

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José Manuel Briceño Guerrero (1929), venezolano, escritor y pensador reconocido en el viejo y nuevo mundo como un interprete de las ideas de identidad latinoamericana que en la tierra azteca vieran luz con escritores de la talla de Alfonso Reyes y Leopoldo Zea, visita la ciudad de Guanare en el marco del “Día Internacional del Idioma”.

Para conocer un poco más acerca de este relevante visitante es necesario reconocerlo como un pensador en dos tiempo: uno, dedicado a su ensayística filosófica; y otro dedicado a su fabulación fantástica del mundo a través del género novela y con la firma de Jonuel Brigue (Jo, de José; nuel, de Manuel; Bri, de Briceño; y gue, de Guerrero).

Acerca del filósofo bastaría citar pequeños fragmentos de sus obras “Discurso Salvaje” (l980); “”Europa y América en el pensar mantuano”(l981); y “La identificación americana con la Europa segunda “ (l983); para tener una idea de la profundidad de su pensamiento y de la excusa para atreverse a escribir sobre un tema que aún no ha sido entendido en las academias hispanoamericanas.

Ese pensamiento revelador y “lapidario” lo sintetizamos en cuatro conceptos fundamentales: Identidad; Decadencia; Corrupción y Revolución.

IDENTIDAD

“ Antes de habernos observado a nosotros mismos para reconocernos y saber quiénes somos, antes de tener edad para sentir la pregunta por la identidad y medios para formularla, antes del desasosiego interrogativo nos fue dada la respuesta: somos occidentales”. (D.S.,1980: 7)

“ ...Somos europeos instalados en América, portadores de la cultura occidental grecorromana y cristiana, representantes de la modernidad, operadores de la razón segunda. Somos occidentales de manera auténtica, legítima y genuina”.(D.S.,1980: 11)

“Penetrante en su dominación más que todos los otros y temible es el maestro de escuela, porque oprime desde adentro, se mete en la intimidad de la conciencia para desbaratar y reconstruir según los intereses del vencedor”. (D.S.,1980: 27)

“Otro orden y otra justicia quiere, otra cultura quiere. ¿ Tendrá de verdad ¿ será cierto? Otra dimensión en su seno? ¿Querrá retornar al arco y la flecha, al guayuco, al bohío, a los sacrificios humanos, a los fetiches? ¿ Lo invade acaso la nostalgia de la barbarie y quiere restaurarla?” (D.S.,1980:45)

“...los americanos (criollos-colonos)son europeos que han penetrado la exterioridad cultural en función asimilante. Son Europa enajenada que se desenajena en la medida en que asimila la no-occidental imponiéndole sus estructuras esenciales”. (E. Y A.,l981:116)

DECADENCIA

“Ser esclavo o rey es hacer el papel que se ha recibido y se trata de hacerlo bien, en sometimiento a las reglas de juego. Pero eso no importa mucho. Lo que cuenta es lo que somos cuando no estamos haciendo ningún papel y cuando la representación teatral de este mundo termine para nosotros. Entonces todas las almas son igualmente preciosas”. ( E. Y A., 1981:69)

“De lo que se trata es del olvido de Dios. El hombre está por encima del mundo, pero por debajo de Dios; al olvidar esto último comienza a manipularlo todo como si fuera Dios y termina manipulado por sus propias creaciones. Al perder la conciencia de estar bajo el poder de Dios, pierde la rebeldía contra sus propios inventos, porque, paradójicamente, la altivez de la libertad creadora y la soberanía sobre sus creaciones sólo pueden venirle del reconocimiento de su finitud, de la entrega al Infinito amoroso que lo salva de la muerte respetando su individualidad. Cuando se desliga de la gracia divina, sus obras lo esclavizan”. (E. y A., l981: 81)


CORRUPCION


“La Europa segunda es decadente, desequilibrada, enajenada, pero es Europa. El principio racional y el principio imperial son constitutivos de la esencia de Europa”.(E. Y A., l981:80)

“Siempre hubo manipulación; no otra cosa es el proceso de aculturación y socialización; no otra cosa es en cada sociedad el conjunto de técnicas de transformación de lo natural y control de lo social conforme a los códigos inconscientes de la cultura; no otra cosa es la intriga de los príncipes, el sórdido oficio de los demagogos, la astucia rapiñosa de los mercaderes, el untuoso comercio psíquico de los sacerdotes. Pero eso fue empírico y confuso, contaminado con respetos irracionales, mitigado por la torpeza, atravesado por oscuridades analógicas, aleatoriamente guiado por un supuesto intimo o sexto sentido, presidido por la inercia de la tradición primera”.( I.E. con A.S.,1983:41-42)


REVOLUCION

“La espada es una cruz, la cruz es una espada. La rebelión está en marcha y no le dará tregua hasta reducirlo a sus límites y funciones serviles. En esa lucha, a nosotros, los hombres de la Europa primera nos toca trabajar por un auténtico Renacimiento, producir en nosotros mismos y preparar en la sociedad la revolución postcapitalista y postsocialista.” ( E. Y A., l980: 82)

Estas ideas vienen a ilustrar un poco el lenguaje de Briceño Guerrero al mundo, no pretenden ser el último razonamiento sobre las causas que han motivado el lugar histórico que hoy ocupamos, pero si el prontuario de principios desde los cuales edificaremos nuestra línea de acción hacia la identificación total del hombre americano en su tarea de crear una América propia: identidad de un hombre cósmico.

Es fundamental describir lo que entiende Briceño Guerrero por Europa primera y Europa segunda. Según sus propias palabras, la sociedad segunda es la que vive y actúa no por inercia de la tradición primera, articulada inconscientemente por la razón primera, sino por la organización deliberada y consciente diseñada por la razón segunda sobre la base del conocimiento teórico,
clara y distintamente formulado, coherente consigo mismo y correspondiente con la realidad, garante de ubicación, medida y predicción.

La sociedad primera es la originaria del pensamiento europeo con sus depravaciones y virtudes, la sociedad segunda es la constituida con el influjo de la sociedad primera, tras haber padecido una conquista encarnizada y traumática, de la cual ha quedado el principio de la rebeldía, de la identidad, la decadencia, la corrupción y la revolución.

Construcción y deconstrucción

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Por: Pol Capdevila

(Revista Internacional de Arte nº 243, Mayo 2008)

La Bienal de Berlín no intenta ofrecer una perspectiva neutral y plural del panorama artístico actual, sino que se presenta más bien como una actitud y una predilección estética. En el Kunst-Werke Berlin, la personalidad de los comisarios, Adam Szymczyk y Elena Filipovic, no se deja sentir muy directamente, marcando tan solo unas líneas estéticas, pero permitiendo que las obras hablen más por sí mismas. Sin embargo, la elección de los otros tres espacios expositivos, la Neue Nationalgalerie, el Skulpturen Park y el Schinkel Pavilion, con su historia y su carga simbólica, define un contexto que orienta intensamente el sentido de las obras.

Inaugurada en 1968 a cuatro pasos de la, por aquel entonces, devastada zona de la Potsdamer Platz y del muro, la Neue Nationalgalerie de Mies Van der Rohe se erigía como uno de los últimos hitos de la modernidad y como una arma simbólica de la cultura democrática occidental frente a la dictadura. Justo cuarenta años después, las obras expuestas parecen querer reaccionar frente a este símbolo ideo- lógico. De este modo, el conjunto de obras aquí presentado se muestra, más que como una disposición armoniosa con respecto al espacio, como el "mobiliario" que Mies nunca podría haber deseado. Obviando algunas obras irónicamente kitsch, en general, se trata de piezas secas, fragmentadas, muy opacas.

En la entrada, al lado del puño comunista del polaco Piotr Uklański, el francés Cyprien Gaillard ha plantado la escultura de un gran pato de bronce que ha rescatado de las ruinas de un barrio parisino de viviendas sociales en demolición, señalando, así, el contraste entre los valores que desaparecen (la vivienda) y los que sobreviven (el museo) en una misma época. La iraní Nairy Baghramian, en la obra La colonne cassée (2008), sitúa dentro y fuera del edificio dos superficies enfrentadas en forma de "l". Parecen simétricas, pero los orificios practicados en cada una de ellas no encajan con los que muestra su pareja, y rompen así la idea de transparencia entre interior y exterior. La suiza Pamela Rosenkranz pone una nota siniestra con Im Widerstand gegen die Gegenwart (En oposición al presente, 2008): cuatro mamparas llenas de imperdibles y, frente a una de ellas, una peluca de mujer de ridículas dimensiones. El norteamericano Paul Sietsema se dedica a mostrar la pérdida de actualidad de figuras míticas de la historia, en un vídeo donde éstas aparecen representadas mediante mudas piezas arqueológicas. La también estadounidense Susan Hiller, en una de las mejores obras que pueden verse aquí, reproduce fragmentos sonoros de canciones, charlas, monólogos, listas de nombres, etc. de hablantes de algunas de las tantas lenguas en extinción o ya desaparecidas. Sobre una pantalla negra, el único elemento visual que se ofrece es el subtítulo de la traducción al inglés. Estas lenguas son también sometidas así a la colonización de la cultura occidental moderna.

El Skulpturen Park consiste, en realidad, en algunas parcelas bastante céntricas, en el barrio de Kreuzberg, que algunos artistas llevan interviniendo desde hace unos años y que nadie sabe exactamente cuándo van a desaparecer bajo el hormigón. Por ahí en medio pasó el muro y actualmente solo quedan ruinas, malas hierbas y las sendas de los centinelas. Es un lugar con historia, pero no se erige como simbología de nada; es más bien un lugar vacío o, mejor, abierto y potencialmente rico en sentidos. De modo análogo a como sucede con las obras mostradas en la Neue Nationalgalerie, aquí los artistas también han simpatizado con este entorno, lo han intervenido y han integrado en él obras de land art o bio-art , han utilizado andamios, escombros y residuos, han trabajado sobre el muro, etc. Por lo general, como resultado pueden verse obras poco o nada atractivas, experimentales y sin resolver. Pero la excursión merece la pena y, después de haber pasado todo un día en el interior de las salas de exposición, casi se agradece su carácter ambiguo, descentrado, potenciador de espacios donde reflexionar sobre el pasado del sitio y su incierto futuro.

Kilian Rüthemann, de Suiza, ha cavado en Stripping cerca de 300 agujeros semicirculares de 30 centímetros de profundidad en un área de 10 metros por 30, convirtiendo esta parte del descampado en una retícula geométrica con presencia propia que se opone oblicuamente a una de las antiguas sendas de vigilancia. Para la obra titulada Steelkill , la argentina Luciana Lamothe ha construido un andamio del que cuelga un cartel con la foto del mítico Palast der Republik socialista, edificio central de la República Democrática Alemana, en su actual estado de demolición (en su lugar, construirán un centro comercial que utilizará las fachadas del antiguo palacio prusiano). En un cartel superior se lee: "Panel de anuncios". Irónico, pero también previsible. En una caseta se puede encontrar una de las obras más elocuentes y, sin duda, la más tragicómica. El noruego Lars Laumann ha realizado un documental sobre fetichistas del muro de Berlín, personas que confiesan abiertamente amar esas piedras y explican su relación amorosa con ellas.

Finalmente, la pequeña exposición del Schinkel Pavilion, incomprensible invención neoclásica construida durante la existencia de la rda, cambia cada dos semanas. La muestra presentada actualmente, de poco interés, incluye piezas de decoración y diseño que contrastan con el estilo arquitectónico de la sede. Considerando la bienal globalmente, se ha apostado de modo evidente por artistas poco establecidos y por una estética gris, desapacible y con cierto regusto amargo. Estas obras muestran la trágica y enfermiza historia berlinesa, y entran en diálogo con ella.

Firmas contra la exclusión de Celaya de la antología "Poetas más relevantes del XX"

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Una colección de un periódico dedicada a la "poesía más relevante en lengua española del siglo XX" ha enojado a la gente de la cultura. El motivo, en el recopilatorio no está el poeta guipuzcoano Gabriel Celaya.

Cerca de cien personas han puesto su firma y su DNI para protestar por este descuido, la primera, la viuda del poeta, Amparitxu Gastón, que se ha llevado un gran disgusto al comprobar que quien seleccionó a los poetas "más relevantes", José Manuel Caballero Bonald, no incluyó a Celaya.

Los firmantes de este documento también lamentan que no esté entre los seleccionados José Agustín Goytisolo. De hecho, su viuda, Ton Carandell Robusté, también ha puesto su firma en esta iniciativa que surgió de manera espontánea después de la queja del periodista José Manuel Martín Médem.

Entre Las últimas incorporaciones a la lista destacan las de Jesús Munárriz y Cristina Peri Rosi. Pero son muchos más los indignados por el olvido, catedráticos, editoriales, profesores de literatura, librerías...

Para los firmantes, la poesía social de Celaya debe estar en una colección de los poetas más representativos del siglo XX. Ponen un ejemplo: "La poesía es un arma cargada de futuro" (verso del poeta del libro Cantos Ibéricos, 1955) aparece en 26.500 resultados de búsqueda en Google.

Publicado nuevo libro de Ramón E. Azócar A.

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La Editorial El Perro y la Rana, en su colección Heterodoxía, publicó el texto "Pensamiento Complejo y Edgar Morín", obra ensayística construida en razón de una relectura de la obra de Morín en el marco de las nuevas tendencias educativas modernas. La obra está ya colocada en las Librerías del Sur, antigua Red Kuaimare, en la cual podrán los lectores conocer un poco más acerca de la visión teorética de Azócar y sus aportes reflexivos en un mundo cuya dinámica es mayor que en otras épocas.

"La región más transparente", de Carlos Fuentes, revive en una edición definitiva

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Por: TEREIXA CONSTENLA - Madrid - 12/12/2008


Como un fresco de Diego Rivera। Fue la descripción más escueta y colorista que se ofreció ayer de La región más transparente, la primera novela que publicó Carlos Fuentes. Hace ahora 50 años. "Conozco mejor la realidad de Ciudad de México a través de esta novela que de un estudio historiográfico. La novela es un género subversivo, tiene una capacidad de radiografiar profunda y peligrosa", afirmó Gonzalo Celorio, secretario de la Academia Mexicana de la Lengua. Fue Celorio quien comparó la novela con un mural de Rivera. También fue Celorio quien dijo que La región más transparente no es, a ojos de la crítica, la mejor novela de Carlos Fuentes. Pero es un hito en la historia de la novela de América Latina. "Una es la literatura que se escribe antes y otra la que se escribe después", remachó.

Aún no había cumplido 30 años cuando Fuentes escribió esta novela, la primera que incorpora a una urbe mexicana como protagonista, mira hacia la Revolución mexicana con ojos críticos y anticipa el estallido de creatividad literaria que se dará en la década siguiente. "Gustó a algunos, otros la atacaron mucho, pero al final sobrevivió", opina su autor.
Para festejar el medio siglo de la obra, unido al 80 cumpleaños de su creador, la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española han impulsado una edición conmemorativa, publicada por Alfaguara, a semejanza de la realizada en años anteriores con El Quijote y Cien años de soledad. De la primera obra se vendieron 2.600.000 ejemplares. De la segunda, 1.100.000. "De la novela de Fuentes esperamos llegar a los 400.000 ejemplares el primer año", dijo Emiliano Martínez, presidente del Grupo Santillana, al que pertenece Alfaguara.
El texto de la actual edición ha sido revisado por el propio autor, que también ha decidido estructurar la obra en capítulos, lo que no ocurrió en la primera versión. La intención de la RAE, según su director, Víctor García de la Concha, es ofrecer "ediciones definitivas". La novela incluye un glosario de mexicanismos y artículos de los escritores Nélida Piñón y Sergio Ramírez y los académicos Juan Luis Cebrián, Carmen Iglesias y Gonzalo Celorio, entre otros.

En la poesía de Jorge Ortega

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El autor mexicalense presentó por primera vez en México su poemario “Estado del Tiempo”, título que figuró como finalista único del XX Premio Hiperión de España en 2005.

Por:Enrique Mendoza Hernández

Así como Baja California tiene a uno de sus máximos representantes de narrativa en la pluma de Daniel Sada, el estado también puede presumir a un poeta de altos vuelos: Jorge Ortega। Al menos el aval de los premios así lo indica: Ambos cachanillas han sido reconocidos por editoriales españolas de añeja tradición, como Anagrama e Hiperión, respectivamente.


Hay que empezar diciendo que Jorge Ortega (Mexicali, 1972) fue finalista único del Premio de Poesía Hiperión 2005 en la Península Ibérica, otorgado por la editorial homónima, uno de los sellos de mayor prestigio en el mundo hispano.

El afortunado poemario fue introducido hace años en Barcelona, Madrid, Cartagena, Granada, pero no en México. Tijuana tuvo recientemente la oportunidad de valorar la poesía hecha en Baja California y reconocida allende los mares.

De entrada, el novel poeta reconoce a propósito de la obtención de semejante distinción:

“Ser finalista único del Premio Hiperión le ha dado a mi trabajo una visibilidad que no hubiera tenido sin este galardón; premios de esta naturaleza, premios transatlánticos como el Herralde de Anagrama, que recibió Daniel Sada; el Premio Hiperión, en este caso del cual resulté favorecido, no puedo negar que la principal ventaja o el principal privilegio que esto concede, es que la obra de la noche a la mañana adquiere una visibilidad que quizá le hubiera tomado cinco o hasta diez años alcanzarla, esto abre muchas puertas”.

Pero antes de adentrarnos en su propuesta literaria, vale una breve introducción:

Jorge Ortega es poeta, ensayista y crítico literario, Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde 2007 es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, en el renglón de las letras.

Entre sus obras destacan: “Ajedrez de Polvo” (Tsé-Tsé, Buenos Aires, 2003) y “Tríptico Arbitrario” (título ganador del Premio Estatal de Literatura en la categoría de Ensayo 2004, convocado por el Instituto de Cultura de Baja California, ICBC).

Su obra figura en antologías como “El Manantial Latente. Muestra de Poesía Mexicana desde el Ahora” (2002), “Árbol de Variada Luz. Antología de Poesía Mexicana Actual” (2003) y “La Luz que Va Dando Nombre. Veinte Años de la Poesía Última en México” (2007).

En tanto que la métrica, las formas básicas y clásicas, se manifiestan en su quehacer poético.



Desde las formas básicas



Jorge Ortega se ha ganado el reconocimiento internacional por el uso exacto e irónico de versos octosílabos, endecasílabos, alejandrinos; aun cuando hoy en día lo que abunda entre los poetas es el verso libre:

“La fecha nos congrega en la explanada / para conmemorar la Independencia. / Ascienden los silbidos como fuegos / de artificio, y estallan en lo alto. / El domo de la noche va mostrando / una constelación más terrenal, / el surco de faroles imprevistos / desvanecidos luego por el aire. / “Soplan vientos de cambio”: / ya el verano / empaca sus fervores demenciales / y cede la tropósfera al otoño. / La gente usa chamarra, luce alegre / como si el clima entrante denotara / la virtual solución de sus problemas”. (Del título endecasílabo “Novedad de la Patria” incluido en el poemario “Estado del Tiempo”).

En el Premio Hiperión, el jurado (integrado por los poetas Francisco Castaño, Luis García Montero, Almudena Guzmán, Jesús Munárriz, Carlos Piera y Jenaro Talens) dictaminó sobre “Estado del Tiempo”: “La poesía de Jorge Ortega destaca por su singularidad, así como por su invención verbal y su carácter irónico, que entroncan tanto con la clasicidad como con la mejor tradición lírica hispanoamericana”.

De acuerdo con el autor, el poemario lo desarrolló entre 2000 y 2001, cuando fue becario del Fondo Editorial para Cultura y las Artes.

“En principio era un libro que había pensado como una especie de lectura espectral, continuada, de lo que era el año atmosférico, el ciclo de las estaciones, del estado del tiempo, que le correspondiera a cada una”, asegura.

Sin embargo, el proyecto cambió sustantivamente en el transcurso, cuando Ortega se dio cuenta de que la única forma de tratar este tema de la meteorología era hacer una lectura paródica de este tópico que ya había sido de interés tanto de los clásicos precolombinos, como también de los autores del Siglo de Oro, de algunos autores románticos y también de ciertos poetas estadounidenses e ingleses del Siglo XX: “Me di cuenta que la única forma de conseguirlo era haciendo un discurso contradictorio con el cual las formas clásicas que se abordan en este repertorio dialogaron de manera crítica con el contenido, utilizar formas clásicas generalmente reservadas a materias aparentemente trascendentes, ‘importantes’, para tratar un tema frívolo o banal como pudiera ser el estado del tiempo”, confiesa el poeta.

“Es una ironía basada en un diálogo crítico basado entre la forma y el tema; entre la forma prestigiada utilizada como un recipiente en temas aparentemente intrascendentes”.

— ¿Tú eliges la forma de escribir simétrica, heptasílabos, octosílabos, endecasílabos, o los poemas así lo determinan?
“Cada poema exige un ritmo propio, una prosodia única, su manera de decir las cosas, de modo que nunca me he propuesto escribir un poema en endecasílabos o alejandrinos, o un soneto o un texto en liras. Siempre he dejado que el poema respire, que el poema adquiera su metabolismo, su propia vida. Es una operación más instintiva que racional”.

— ¿Qué puedes decirnos de que hoy en día la mayoría de los poetas optan por la poesía desde el verso libre y muy pocos escritores dominan las formas básicas y clásicas que la historia ha heredado?
“Mi opinión es que de pronto he advertido un vacío en cuanto a la formación de los autores. Los poetas leen solamente a aquellos poetas que les interesan por afinidades formales o discursivas, pero siento que hay vacíos considerables en torno a los autores que no se identifican con nuestro proyecto creativo. Esas lagunas ocurren a partir del rechazo que de pronto se tiene hacia la posibilidad de otras poéticas. Por ejemplo, se ha llegado a creer que la poética de lo coloquial descarta la poética de la metafísica, o que la poética de la metafísica descarta la poética de la experiencia.
“Buena parte de los poetas contemporáneos ven su proyecto creativo como un proyecto que excluye aquello de lo cual se diferencia, por lo que algunas tradiciones idiomáticas o ciertas fases de la historia de la poesía o de la expresión poética quedan en el olvido o el desconocimiento”.
— ¿Qué consecuencias trae desconocer esas tradiciones idiomáticas o etapas históricas de la poesía?
“Esto nos lleva a encubrir ciertas ingenuidades, es decir, creer que estamos inventando el hilo negro con la poesía erótica o poesía coloquial, cuando hace quizá dos mil años los autores romanos trataron esos temas de un modo un tanto más desinhibido y en una sociedad mucho más receptiva a ese tipo de propuesta”.

— ¿Es posible ser creador de poesía aun cuando no se dominan las formas básicas del verso?
“Es posible, desde luego, ser poeta desconociendo las formas poéticas que ha acumulado la cultura literaria. Lo difícil es tratar de escribir con tal o cual decoro, o de plantear un proyecto un tanto ambicioso, desconociendo tales criterios de escritura poética. Creo que solamente conociendo esos recursos, esos medios, es posible violentarlos, trascenderlos. Es preciso saber la regla para transponerla. En la medida que tengamos conocimiento de la tradición poética y de las escrituras que la han desarrollado, habrá la posibilidad de diferenciarse y generar un proyecto singular en relación al de otros poetas”.

— ¿A qué se debe que en Latinoamérica exista más la tendencia hacia el verso libre que en España?
“Bueno, el verso libre se utiliza tanto en América como en Europa, es decir, hay poetas españoles que también recurren al verso libre y hay poetas hispanoamericanos que recurren a la poesía escrita bajo los criterios seculares. En España, por razones culturales, los autores son más conscientes de los recursos poéticos que ofrece la tradición, lo cual no significa que sean más originales que los autores latinoamericanos, pero sí al menos tienen un conocimiento avezado y escrupuloso de tales aspectos de la cultura lírica.

“En América Latina, sin embargo, tenemos una osadía de componer textos tanto más audaces que los ibéricos. No obstante, tengo la impresión de que las bases formativas de los poetas latinoamericanos de las más recientes generaciones son más endebles que las de los peninsulares, lo cual quizá se debe a que nosotros en América Latina, y por razones obvias, hemos tratado de aclimatar nuestra prosodia de manera independiente, al margen de lo que es capaz de ofrecer la poesía española, la cual posee una tradición poética que se remonta a la Edad Media y el Renacimiento, mientras que la poesía hispanoamericana en lengua española se remite a la Colonia, la Ilustración y el Romanticismo; al comportar una genealogía más reciente tiende a ser más actual y menos ligada a los basamentos de la literatura y el idioma”.

— ¿Qué aprendió Jorge Ortega en su paso por España?
“Mi estancia en España me permite cobrar conciencia plena de la historia de la poesía española y entrar a fondo a estudiar sus fundamentos: la poesía medieval, sus orígenes; las jarchas mozárabes, las endechas, formas de la lírica primitiva; los poemas épicos, las obras renacentistas y barroca. Ahí están no solamente las bases de las posibilidades de la poesía escrita, sino también las del idioma. Es cuando uno cobra sentido de que el español no es una lengua creada por generación espontánea, sino una lengua influida tanto por el francés, el italiano, el portugués, el catalán y, desde luego, por el latín, el griego y el árabe. Ésa sería, pues, la gran lección de ultramar”.

— ¿Qué autores de poesía contemporánea te llaman la atención de México?
“Me interesa la poesía de Marco Antonio Montes de Oca, Gerardo Deniz, David Huerta, Coral Bracho, Luis Cortés Bargalló, Antonio Deltoro, José Luis Rivas, por mencionar autores nacidos en los años 30s, 40s y 50s. Y poetas más cercanos a mi generación biológica: Jorge Fernández Granados, Julio Trujillo, Luis Vicente de Aguinaga, María Rivera, Luigi Amara. Poetas cuyo lenguaje, cuya óptica y manera de escribir guarda afinidades con la poesía que me plantea desafíos. Una poesía que me depara revelaciones, el grado de misterio y hermetismo que cualquier propuesta poética debe tener, a mi parecer”.

— ¿Qué escribes actualmente?
“Trabajo paralelamente en tres proyectos bajo los auspicios del Sistema Nacional de Creadores, del cual soy miembro desde 2007. Me concedieron la beca ese año y mi propuesta fue desarrollar simultáneamente, a modo de experimento, tres proyectos de libro distintos. Uno de ellos consiste en concluir y tratar de perfeccionar un volumen de poemas que medio escribí en España acerca de diversos lugares que visité, una especie de itinerario geográfico del continente europeo. No se trata del frívolo poema turístico, sino de aquel que busca niveles de significación dada la importancia espiritual y afectiva del sitio visitado.

“Otro proyecto es un conjunto de poemas que exhiben ya una decantación de mi poesía, una purificación del cuerpo textual que de alguna manera será un parteaguas en mi escritura presente y pasada, centrada en la proliferación de la imagen, pero también de la palabra, el verbo que tiende a desbordarse en términos espaciales y connotativos. Es un proyecto que exhibe un adelgazamiento del poema que no había visto nunca en mis libros, donde trataré temas elementales de la tradición poética: el tiempo, la materia, la transformación de ésta, la metamorfosis de las cosas. Será un poemario influido tanto por la ciencia como por la mística.

“Y un tercer proyecto es desarrollar un poemario a modo de diario, recurriendo a la prosa poética, el aforismo, la cita, el epígrafe, planteando un diálogo entre mis lecturas y mis poemas. Son proyectos que están apenas en proceso gestativo y que espero acabar en 2010”.

— ¿Algo que desees aconsejar a los nuevos poetas?
“Es importante, al margen de cómo escriba uno, tener conciencia de las maneras de hacer poesía que han existido a lo largo de la historia, de la literatura, de la lírica, tanto occidental como oriental, para trascender esos mismos criterios con un nuevo lenguaje, una nueva poética. Si vamos a declarar la expiración del sistema métrico, vamos haciéndolo teniendo noción de él, porque si lo hacemos de forma inconsciente o ignorando tales o cuales procedimientos, terminaremos cayendo en oportunismos. Hay que tener conocimiento de las formas de escribir para escribir como uno quiera. Es el pasaporte a la libertad y a la originalidad”.

La Justicia británica no perseguirá a unos padres que ayudaron a morir a su hijo enfermo terminal

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ELPAÍS.com - Madrid - 10/12/2008


Jugador de rugby, el joven Daniel James, de 23 años, quedó paralizado tras un lance del juego। Sobrevivió un año paralizado del pecho para abajo. El pasado 12 de septiembre murió en la clínica Suiza Dignitas, un centro especializado en suicido asistido. Los padres le organizaron el viaje y estaban junto a él en el momento de la muerte, pero la Justicia británica decidió ayer no imputarles. El fiscal considera que la decisión fue enteramente tomada por Daniel, informa The Guardian.


La decisión llega en medio de otra polémica sobre el suicidio asistido. Hoy está previsto que el canal británico Sky Real Lives muestre el momento en que Craig Ewert, de 59 años y enfermo de una dolencia neurológica, se quita la vida en la misma clínica suiza. La misma en la que James murió, después de varios intentos de suicidio, según han relatado sus padres. Más tarde, decidieron viajar con él hasta Suiza.
El documental Right to Die? (¿Derecho a morir?) ha recibido duras críticas por parte de grupos anti-eutanasia y está firmado por el oscarizado en 1982 por el documental Just Another Missing Kid, John Zaritsky. La emisión será a las 21.00 (hora local), después de que la cadena británica Sky haya insistido en que supone una gran contribución a un debate vital. El director ha asegurado que la muerte de Ewert fue el momento más duro en sus 26 años de carrera. A pesar de ello, Zaritsky tenía claro que quería un documental controvertido, que generara el debate entre la gente, según declaraciones recogidas por el diario The Guardian.
Ewert, un profesor de universidad jubilado, viajó hasta la clínica de Zurich porque no quería pasar el resto de sus días en una "living tumb" (algo como una tumba viviente). En el documental se puede ver cómo Ewert da el último beso a su mujer, que le responde: "Buen viaje. Te veré alguna vez". Entonces, el hombre bebe un líquido con una pajita rosa y, después, pide un zumo de manzana y música. Instantes más tarde, la cámara recoge cómo se cierran sus ojos y dice: "gracias".
Desde los sectores en contra de la eutanasia, ya han surgido las críticas. El director de una de estas organizaciones, el doctor Peter Saunders, considera que se ha ido bastante lejos y que "parece que existe una fascinación macabra sobre el turismo de muerte". Saunders asegura que no es tanta la demanda de personas que acuden a clínicas como la de Suiza, a pesar de la impresión, según este médico, que se está dando a través de los medios. Dominica Roberts, de Pro-Life Alliance, añade que es peligroso mostrar este tipo de cosas a través de la televisión. Otras fuentes sostienen que el documental desencadenará el debate sobre una cuestión de gran actualidad política.

Gabo se ha vuelto muy exigente consigo mismo y eso es terrible

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El escritor colombiano Gabriel García Márquez le cogió “rabia” a su novela más famosa, “Cien años de soledad”, por la fama que consiguió tras su publicación, según el diplomático, periodista, biógrafo y compadre del Nobel, Plinio Apuleyo Mendoza.
En una entrevista con Efe, el periodista colombiano explicó que García Márquez también le restó valor a esa novela porque considera que fue “muy fácil” escribirla, una tarea a la que dedicó tan sólo 18 meses, frente a los 17 años empleados para “El otoño del patriarca”.
Mendoza se encuentra en Londres para participar en la tertulia “Perspectivas de Gabriel García Márquez”, en la que intervendrán el británico Gerald Martin y el colombiano Dasso Saldívar, también biógrafos de “Gabo”, y que se enmarca en la serie de eventos “Colombia: historia, narrativa y poesía”, programada por la Embajada de Colombia en la capital británica.
El diplomático, que conoce al escritor desde hace unos 60 años, indicó que éste, aunque aseguró que se retiraba de la literatura para dedicarse únicamente a leer, está escribiendo una novela de amor.
“Tiene seis versiones distintas y las quiere conectar। Se ha vuelto muy exigente consigo mismo y eso es terrible. Todo el mundo está esperando cada nueva obra suya y se ha impuesto un nivel de exigencia muy alta”, apuntó.

Ahora, con 81 años, “el pobre Gabo sufre con la fama”, pero, cuando Mendoza se encontró con él por primera vez, tenía unos 20 años, “iba mal afeitado, estaba medio sucio y le hizo propuestas indebidas a una camarera”.
Al periodista le pareció un personaje “horrible”.
Además, el amigo que los presentó terminó de empeorar su impresión cuando definió a Gabo como “desastroso, un caso completamente perdido”, y le contó que no iba a clase, se emborrachaba y andaba con mujeres.
Luego, Gabo y Mendoza volvieron a encontrarse en París, donde nació una amistad que dura hasta nuestros días.
Sin embargo, al principio tuvo sus reservas al descubrir que llegaba “muy engreído” porque había publicado “La hojarasca”, su primera novela, y en Colombia le habían comparado con Faulkner y Joyce, algo que le parecía “ridículo”.
Pero a los pocos días, mientras comían juntos, empezó a nevar en París y todo cambió.
“La nieve barrió al personaje que se había creado y resucitó al niño, que comenzó a correr por la calle gritando como un loco y moviendo los brazos como un futbolista cuando marca un gol. Entonces yo descubrí que estaba loco, menos mal, porque de un loco sí podía hacerme amigo”, rememoró el escritor.
Juntos pasaron penurias económicas en París, “tiempos muy difíciles”, pero también compartieron destinos periodísticos en Venezuela, Colombia y Cuba y coescribieron “El olor de la guayaba”.
Fue Mendoza quien le prestó un poco de dinero para que cruzara la frontera de Estados Unidos hacia México, adonde llegó con 20 dólares para “iniciar una nueva vida”, y quien le sigue “diciendo barbaridades”, sobre todo en lo relativo a la relación del Nobel con Fidel Castro.
“Yo le digo: qué haces tú con el ‘barbuchas’ todavía jodiendo y él me contesta que me he hecho muy de derechas. Él es amigo de Castro y un buen amigo de sus amigos, pero no creo que sea partidario del sistema porque nosotros visitamos el mundo comunista y quedamos muy desencantados”, afirmó.
Además, aseguró que, aunque siempre en la sombra, Gabo trata de ejercer influencia para que se libere a los presos políticos de las cárceles cubanas।

Para Mendoza, el secreto del éxito de García Márquez reside en que es un “poeta escondido” que emplea en sus novelas un lenguaje con “vuelo poético”, como hacía Jorge Luis Borges.
A diferencia de los literatos colombianos actuales, que están “encerrados en la realidad” porque escriben sobre la “diáspora” o la violencia, el autor de “Relato de un náufrago” ha seguido escribiendo sobre la condición humana: el amor, la muerte, la soledad.
Tan sólo en “La mala hora” García Márquez habló de la realidad que le rodeaba, “su novela menor”.
El autor de “El amor en los tiempos del cólera” un día decidió contar las cosas como las contaba su abuela y “eso es lo que le ha salvado”, a juicio de Mendoza.
“Hoy el realismo mágico ya no existe en Latinoamérica porque tiene nombre propio. Es Gabo.”
Por: Violeta MolinaEFE
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Esquema Analítico Integrado de la función extensión en las Ciencias Sociales

Clase Magistral del 8 de diciembre del 2008, en los espacios de la UNELLEZ-Vicerrectorado de Producción Agrícola

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Ezequiel Ander-Egg (1999), se refiere a la reforma universitaria y a los nuevos roles de la universidad latinoamericana, destacando que se viene de la universidad participada en la Reforma de Córdova a la pedagogía activa. Es decir, de esa idea originaria de “co-gobierno” y “autonomía universitaria”, se va a la confección de una pedagogía activa que involucre las tres funciones de la universidad en un solo hito de interés: la autogestión. La universidad para alcanzar su verdadera autonomía tiene que imponerse el reto de “autorreproducirse”, de cubrir sus requerimientos pero sin llegar a justificarse tal acción para deformar el carácter social y comunitario de la autogestión.

Esta pedagogía activa o métodos activos…promueven la actividad individual o colectiva de los alumnos…Mientras los métodos tradicionales se limitan a la escucha de las lecciones, a la repetición de la enseñanza y a una simple recepción de contenidos de los libros y lecciones del profesor, los métodos activos aparecen preocupados por desarrollar la capacidad de actuar y adquirir aptitudes en relación con lo que se aprende.(Ander-Egg, 1999, pp.55-56)

Ahora bien, esa pedagogía activa a la que se refiere Ander-Egg, no sólo tiene pertinencia con el ejercicio del hecho educativo, sino con la orientación del producto de ese hecho con la comunidad a través de la extensión universitaria.
En un plano estructural, la pedagogía activa se traduce en pedagogía autogestionaria, o autogestión pedagógica como define Ander-Egg; esta viene a ser la forma de organización y funcionamiento de una institución pedagógica o educativa, donde el fin u objetivo es lograr mayor participación de todos los implicados en el proceso enseñanza-aprendizaje. (Ander-Egg, 1999, pp. 64-65)
La meta es formar bajo la égida de la educación liberadora, tomando algunos conceptos de Paulo Freire; una educación que promueva valores dentro y fuera del claustro universitario. Una educación humanizante, que promueva libertad y autonomía en las personas, pero que a su vez haya un engranaje entre ellas y el proceso civilizatorio, donde sean capaces de criticar la realidad y a la vez contribuir a transformarla.
Una educación dialogal, en donde entre alumnos y profesores exista conciencia del valor de la palabra; una educación concientizadora, en la cual cada persona comprenda su mundo y se comprometa en su transformación. Una educación crítica/problematizadora, en donde la comunidad universitaria asuma su compromiso histórico y se involucre con la sociedad para reconocer desde ella sus requerimientos y así dar una respuesta integral y no asistencial. (Ander-Egg, 1999, pp. 66-68)
Estas características que hemos descrito superficialmente constituyen la base axiológica de la extensión universitaria que se necesita. Sí, así como se lee: se necesita; porque hasta el momento no hay una fundamentación, salvo los acuerdos de Congresos y actividades promotoras del extensionismo, que avale un comportamiento institucional de la función extensión.
Otro aspecto que suma esa fundamentación es la concreción del trabajo extensionista en razón de los tres pilares sugeridos por la UNESCO como principios para la proyección y consolidación de la educación del futuro: aprender a ser; aprender a aprender; y aprender a hacer.
El aprender a ser tiene que ver con el desarrollo de la personalidad y para ello la universidad debe construir una cultura institucional en donde sus educandos y educadores aprendan a encontrar su individualidad y singularidad, en la expansión hacia el colectivo, hacia lo plural. El aprender a aprender, tiene que ver con la emergencia de crear estrategias desde las cuales se pueda desarrollar las capacidades y aptitudes mentales apropiadas para la adquisión de conocimientos; aprender a aprender es “…el aprendizaje de métodos y técnicas de adquisición del saber, de un saber que cambia permanentemente y de manera cada vez más acelerada…” (Ander-Egg, 1999, p.70)
Y el aprender a hacer es crear las condiciones para alcanzar conocimiento y saber actuar. Es decir, que la universidad se centre en la tarea de llevar la teoría y la ciencia a todos los sectores de la sociedad en miras a propiciar el enseñar a actuar como primer peldaño en la configuración de una sociedad participativa y liberadora en la relación o vínculo universidad-sociedad. Y esto tiene que ver más con la existencia de un…

…sistema educativo que no fomenta ni facilita la colaboración entre profesores y alumnos, alumnos entre sí y profesores entre sí, la pedagogía autogestionaria logra una mayor preparación para el desarrollo del espíritu solidario (el hombre comprometido), y el desarrollo del espíritu creativo (la búsqueda de nuevos valores y de un nuevo ser)…En fin: mirando el horizonte utópico que nos revela la meta hasta donde queremos llegar con la autogestión, bien podemos decir que esta pedagogía es preanuncio de una nueva sociedad y de un nuevo hombre. Pero, para que ello sea posible, deben confluir otros factores y otros niveles de actuación (económica, política, social y cultural). (Ander-Egg, 1999, p.73)


Cuando se lleva esta fundamentación al Esquema Analítico Integrado, el cual reúne una concepción autogestionaria y comunitaria de lo que se desea sea la extensión universitaria en Venezuela, se aprecia que las funciones de docencia, investigación y extensión, se concentran en tres modelos de acción: el pedagógico, el técnico y el concientizador. El pedagógico tiene relación directa con los fundamentos axiológicos nombrados, y el técnico se refiere en concreto al servicio o aporte que la universidad debe prestar a la sociedad por la vía de su estructura extensionista, la cual coexiste en su accionar con el modelo concientizador que no es más que la educación liberadora-transformadora.
Este piso filosófico-social no lo ha tenido la extensión universitaria en el marco de las experiencias comunitarias; hay acercamientos, planteamientos, pero no un esquema ordenado que promueva la integración de la universidad a la sociedad en el marco de un plan estratégico concebido para desarrollar las capacidades de todos los miembros de la sociedad, sin distinción de clase ni credo; un trabajo masificador de la cultura universitaria que repercutiría en la orientación sociopolítica del país.
La conclusión a que se llega al explorar la realidad del extensionismo en Venezuela en los últimos años, es que no hay una clara conciencia del papel del extensionismo. Al prevalecer la ausencia ontológica y axiológica del para qué la universidad necesita comunicarse con su entorno, entonces se está ante un extensionismo que gravita entre actividades culturales recreativas y promoción personalista de las autoridades universitarias.
La extensión es altruismo, divulgación, concientización y autogestión; y su lugar no está en la totalidad de la comunidad universitaria, sino en la particularidad de cada sub-área o programa de estudio. Es lo que llamó Ander-Egg el “sistema de áreas”, en donde la universidad hace de la docencia, investigación y extensión, una unidad orgánica que asume el proceso formativo como una experiencia permanente de interacción con las comunidades.
Desde esta perspectiva la universidad no hace extensión desde una Secretaría o Coordinación de directorio, sino desde cada estudiante, profesor, personal administrativo y obrero de la institución. Cada persona ha de ser depositaria de un compromiso para proyectar la riqueza de conocimiento y valores que se aprende en las universidades. Pero llegar a madurar ese compromiso, en algo así como una etapa de inducción transitoria, las estructuras actuales de extensión han de hacer el trabajo de organizar, planear y concientizar a todos los miembros de su comunidad. Es decir, que los procedimientos y medios para generar la concientización han de ser confeccionados en la propia universidad, sin mayor aditivo que los valores por los cuales se ha regido la casa de estudios superior, devolviendo la identidad a sus miembros y confeccionando una respuesta local a necesidades locales.
El Esquema Analítico Integrado nos devela que la extensión universitaria no puede construirse en el molde de la Reforma de Córdoba, o en el modelo de alguna universidad avanzada. Tiene que ser un modelo autóctono, genuino, universal en sus principios humanos, pero local en toda su forma y profundidad.
A título de organización, la extensión universitaria a de estar enmarcada en una estructura autogestionaria. Esta estructura la conformarían tres instancias que jerárquicamente se diferencian pero que a su vez están vinculadas en la toma de decisiones a través de la figura del consenso. Es decir, se parte de una Asamblea general que involucra a toda la comunidad universitaria, de allí a un Consejo de representantes de la universidad, la sociedad y el Estado, para la concreción de acciones y proyectos; y una Dirección ejecutiva que tendría la responsabilidad de servir de gestores de las decisiones de la Asamblea y el Consejo, dando movilidad y operatividad a la función extensión.
Claro está, esta estructura no sería permanente. La idea es que funcione por un tiempo perentorio y luego se fusione con las otras dos funciones de la universidad, docencia e investigación, creándose la unidad ideal desde donde cada asignatura, cada trabajo documental o proyecto de investigación, tenga una carga de extensión en su ejecutoria. No sería una organización sin “gobierno”, sino una organización cohesionada como el ADN en las diferentes partes que conforman la estructura de las instituciones de educación superior.
Esto a la larga daría pie para introducir otras acciones que bien podrían ocupar el espacio de la tercera función de la universidad, porque al haber fusión quedarían sólo la docencia e investigación, como entidades fortalecidas con la función extensión, y allí bien podría crearse una función de servicio y cooperación que tornaría con mejor aplomo las acciones de asistencia técnica y educación permanente tan elementales para el progreso de la sociedad moderna.
En tal sentido no hay que olvidar que la…

…esencia universitaria se forja a diario con el trabajo de una comunidad diversa, heterogénea, pero respetuosa y articulada a través del saber, de la generación del conocimiento, del estudio y del análisis. Una comunidad que se rige con valores humanistas, académicos y científicos, y, desde ellos, reafirmar su pluralidad ideológica y política y la universalidad del pensamiento. Una comunidad donde todos son distintos, y todos igualmente respetados. Una comunidad sensible ante los reclamos sociales, y generosa cuando comparte su riqueza intelectual y cultural.

Esta identidad, que prefigura una norma de convivencia superior, cabalga a contracorriente con una sociedad que se rige y orienta bajo preceptos opuestos। Una sociedad hoy dominada por la dictadura del lucro, el pensamiento único y las relaciones sociales excluyentes y absolutamente mercantilizadas; una sociedad desgarrada e insatisfecha, sujeta a planes y modelos diseñados desde afuera। Reconocer este conflicto entre la identidad universitaria y la realidad de la sociedad…, es fundamental para transformar a ambas, para demarcarlas y sanear su relación. (Egurrola, 2005, p.51)



Referencias bibliográficas

Albornoz, Orlando (2007). “Algunas notas acerca de la educación superior”; (en línea). Disponible en Internet: http://www.psicoexcesos.com/la cuestion/doc/albornoz4.html. Formato: html.

Ander-Egg, Ezequiel (1999). Hacia una pedagogía autogestionaria. Argentina, Editorial Magisterio del Río de la Plata.

Ander-Egg, Ezequiel (2007)। Debates y propuestas sobre la problemática educativa. Rosario, 1era reimpresión, Ediciones Homo Sapiens Universidad de Oriente.


Egurrola, Jorge Isaac (2005)। “Crisis y desafíos de la educación superior”. Educación Superior y Universidad Pública. Compiladores: Raúl Béjar y Jorge Isaac. México, Editorial Plaza y Valdes, pp.33-60.


Esté Salas, Nina (1992)। La Educación Superior Venezolana। Una institución en crisis. Caracas, Ediciones del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela.


García Guadilla, Carmen (1996). Situación y principales dinámicas de transformación de la Educación Superior en América Latina. Caracas, Ediciones CRESALC-UNESCO

Hernández Cruz, Diana (2006) “La Responsabilidad Social Universitaria y la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior”. Ley de Servicio comunitario del estudiante en educación superior. Análisis de la ley en el marco de los derechos humanos y la responsabilidad social. Caracas, Ediciones Paredes, pp.51-62.