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Grandes del pensamiento que partieron: Strauss y Ayala
FOTO DE LEVI-STRAUSS
FOTO DE FRANCISCO AYALA
Lévi-Strauss: teórico de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos
El francés Claude Lévi-Strauss se nos fue; hijo intelectual de Émile Durkheim y de Marcel Mauss, e interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand de Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, era además un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía.
Las aportaciones más decisivas del trabajo de Lévi-Strauss se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos. La primera defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que con la ascendencia de un antepasado común.
Strauss, fue uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX, destacado antropólogo y padre del enfoque estructuralista de las ciencias sociales. Strauss falleció el sábado a los 100 años, informó este martes la editorial Plon, que no ofreció más detalles sobre las causas o el lugar en el que se produjo el fallecimiento. Lévi-Strauss influyó de manera decisiva en la filosofía, la sociología, la historia y la teoría de la literatura. Nacido en Bruselas el 28 de noviembre de 1908, Lévi-Strauss era autor de una extensa obra entre la que destaca Tristes tropiques (Tristes trópicos, 1955), en la que el francés narraba sus experiencias vividas con las tribus brasileñas del Mato-Grosso entre los años 1935 y 1939.
Dada su avanzada edad, el año pasado no participó personalmente en los actos conmemorativos de su centenario. Pese a todo, responsables del museo Quai Branly, donde hay un auditorio con su nombre, indicaron entonces que el intelectual se mantenía lúcido y en buen estado de salud.
Lévi-Strauss trabajó como profesor en la universidad brasileña de Sao Paulo y en la New School for Social Research de Nueva York, antes de ejercer como director asociado del Museo del Hombre de París y de enseñar en el Collège de France, hasta su jubilación en 1982.
Las teorías de Lévi-Strauss se exponen en Antropología estructural (1958). En sus obras, influido por Durkheim y Mauss, preconiza la aplicación del método estructural de las ciencias humanas. Asevera que un auténtico análisis científico debe ser explicatorio.
Lévi-Strauss ha gozado de un lugar preeminente entre los investigadores que afirman que las diferentes culturas de los seres humanos, sus conductas, esquemas lingüísticos y mitos revelan la existencia de patrones comunes a toda la vida humana. Gracias a él, hoy se tiende a rechazar los enfoques etnocentristas en la investigación etnológica humana a favor de los estudios orientados a comparar las tecnologías de los pueblos otrora primitivos en oposición a Occidente; se valorarían sus clasificaciones de la naturaleza o el diagnóstico de enfermedades, por ejemplo.
Francisco Ayala, el decano de los escritores españoles
El escritor Francisco Ayala ha muerto este martes en su domicilio de Madrid, a los 103 años de edad, tras "un debilitamiento" de sus facultades físicas, que se había ido acentuando en las últimas semanas, informó el presidente de la Fundación Ayala, Rafael Juárez.
El escritor, que el próximo 16 de marzo hubiera cumplido 104 años, "gozaba de relativa buena salud" hasta que el pasado mes de agosto se vio afectado por una bronquitis de la que ha tardado en recuperarse. En las últimas semanas, Ayala tuvo dificultades respiratorias y fue atendido por Pedro García Barreno, médico y académico de la Real Academia Española de la Lengua, y por neumólogos del Hospital Gregorio Marañón. El escritor se fue debilitando poco a poco, y "lo último que perdió fue la voz, casi un símbolo", añadió el director de la RAE, Víctor García de la Concha.
La capilla ardiente de Ayala se instalará en el tanatorio del Parque de San Isidro, en Madrid, a partir de las 19.00 horas este martes. Según informó García de la Concha, los restos de Ayala serán incinerados "en un acto privado", dado que el escritor "no quería que se hiciera entierro ni funeral" tras su muerte.
Ayala, quien este año había sido propuesto por la SGAE para el premio Nobel de Literatura, es autor de numerosos ensayos, crítica literaria y novelas, entre ellas, Los usurpadores (1949), La cabeza del cordero (1949), Historias de macacos (1955), Muertes de perro (1958), El as de bastos (1963) y El jardín de las delicias (1972), que le valió el Premio de la Crítica, pertenecen a su producción cuentística.
En mayo de 1982 publicó el primer tomo de sus memorias, Recuerdos y olvidos; un año después, el segundo, El Exilio, con el que ganó el Nacional de Literatura.
Poseía los máximos galardones literarios - además del Nacional de Literatura, obtuvo el Premio de las Letras 1988, Cervantes 1991 y Príncipe de Asturias 1998- y, con motivo de su centenario en 2006, vio reeditadas algunas de sus obras y publicadas dos antologías, una de sus mejores textos, hecha por su mujer, la hispanista Carolyn Richmond, y otra sobre su faceta de sociólogo.
Doctor Honoris Causa por las universidades de Complutense y Carlos III de Madrid, y por las de Sevilla y Granada, Ayala era miembro de la Real Academia Española desde 1984.
Ayala nació el 16 de marzo de 1906 en Granada. Cursó allí el bachillerato y se doctoró en Derecho y Filosofía en Madrid. En 1929 viajó a Alemania para ampliar estudios de Política y Sociología, y en Berlín fue testigo del ascenso de los nazis al poder, una experiencia cuya huella quedó en su relato Erika ante el invierno.
En 1934 ganó por oposición la cátedra de Derecho Político de la universidad tinerfeña de La Laguna, aunque no llegó a tomar posesión. Ese año empezó a trabajar como letrado de las Cortes, y todo mientras desarrollaba su afición literaria.
Ayala comenzó a escribir a los 17 años con una vocación que le salió "de dentro" y, cuando apenas tenía 19, publicó su primera novela, Tragicomedia de un hombre sin espíritu, y, al año siguiente, Historia de un amanecer.
Al concluir la guerra civil española, se instaló en Argentina, donde se integró en la vida literaria y fundó la revista Realidad, en la que colaboraron los mejores escritores de la época.
Ayala, que fue también traductor, vertió al castellano obras como Cuadernos de Malte Laurids Bridge, de Rilke, o la Teoría de la Constitución, de Carl Schmidt.
Se casó dos veces, la primera en 1931 con la chilena Etelvina Silva Vargas, con quien tendría a Nina, su única hija, y, la segunda, con la hispanista estadounidense Carolyn Richmond, que desde mediados de los setenta compartió su vida con el escritor.
Fuente: http://www.20minutos.es/
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