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Conversación con un ayatolá radical

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Por: JAVIER ESPINOSA desde Damasco, elmundo.es, 2 de diciembre de 2008.


La conversación con el ayatolá Ahmed al-Baghdadi resulta tan compleja como la propia personalidad del clérigo. El religioso iraquí recela del periodista 'europeo' y critica antes de comenzar la entrevista el 'imperialismo' de las naciones de la UE. Incluso le recuerda que hay muchos 'espías que se hacen pasar por periodistas'.

El temperamento acalorado de Al-Baghdadi no se domestica durante todo el diálogo donde entremezcla los exabruptos contra las cuestiones del informador y los gestos conciliadores, como aquel en el que alaba al pueblo español por su oposición a la guerra de Iraq y lo define como una nación 'cristiano-musulmana'.

En realidad no resulta extraño porque Al-Baghdadi se ha ganado una notable fama en el escenario iraquí por el tono incendiario de sus proclamas y su postura intransigente, que le ha llevado a despotricar lo mismo de norteamericanos que de iraníes, sin evitar las diatribas contra el propio Ali Al Sistani, el máximo líder espiritual de los chiíes.

El mismo se define como el 'único' ayatolá iraquí "que se opone a la ocupación estadounidense". "Muqtada al Sadr también lo hace pero él no es 'marja' (fuente de emulación)", acota.

A sus 63 años, Al Baghdadi ha tenido que regresar a Damasco, donde ya vivió exiliado durante más de una década en la era de Saddam Hussein, después de que las autoridades de Bagdad asaltaran en octubre su domicilio en la ciudad sureña de Nayaf y detuvieran a uno de sus hijos.

"Vine de visita a Siria en septiembre y estando aquí mis amigos iraquíes me alertaron de que existía un plan para asesinarme. Un proyecto apadrinado por las fuerzas Badr (el brazo armado del grupo chií Consejo Islámico de Iraq que dirige Abdelaziz Al Hakim). El ataque contra mi casa en Nayaf fue una confirmación de que esas advertencias. Los americanos y las fuerzas iraquíes se presentaron allí con tanques y helicópteros. Arrestaron a Mohamed (su hijo) y a dos de sus huéspedes hiriendo a uno de ellos", explica en el pequeño apartamento de la capital siria donde reside ahora.

Ahmad Al-hasani al Baghdadi es junto al citado Muqtada al Sadr uno de los principales exponentes de la corriente 'arabista' de la comunidad chií donde se entremezcla un férreo nacionalismo y una dialéctica de tono revolucionario muy próxima a la que mantenía Jomeini, de quien Baghdadi se declara un ferviente seguidor.

Ello no impide que el ayatolá iraquí se muestre rotundo en su oposición a la creciente influencia iraní en Iraq. "Con Irán tenemos una relación ambivalente porque a veces apoyan los intereses norteamericanos y otras veces están al lado de la resistencia como en el caso de Hizbulá o Hamás. Por ejemplo, en Iraq dan generosas contribuciones a cuantos se suman al proyecto político norteamericano, y hay que recordar que ese proyecto está liderado por criminales y ladrones que llegaron a este país montados en los tanques de EEUU. No se puede sostener ese proyecto porque te contamina. Irán tiene que comprender que Iraq es un país independiente", asegura.

Bajo la misma óptica, tanto Al Baghdadi como Al Sadr comparten su oposición al liderazgo religioso de Al Sistani, a quien el primero no ha cesado de lacerar en todos estos años. "Sistani no es iraquí, es iraní (es cierto que nació en la nación persa pero reside desde hace décadas en Nayaf). El Islam nos ordena luchar contra los americanos pero Sistani se mantiene en silencio lo que implica que es un mudo diabólico", llegó a decir en una entrevista con una revista árabe.

De hecho, achaca sus problemas actuales a una reciente alocución en Damasco en la que 'denunció a Sistani' acusándole de supuestas irregularidades financieras con las ingentes cantidades donaciones que recibe de los fieles chiíes. "Sistani invierte todo ese dinero, millones de dólares, en Irán o en Europa mientras que el pueblo iraquí sigue en la miseria. Cuando el hijo de Sistani (su portavoz oficial) se enteró se volvió loco y pidió ayuda a los norteamericanos para que asaltaran mi domicilio", afirma.

Autor de decenas de libros religiosos y de teoría política, el ayatolá se ha significado también por evadir la división entre chiíes y suníes que ha propiciado la guerra civil que sufre el país. De hecho, Al Baghdadi mantiene una inmejorable relación con la Asociación de Clérigos Musulmanes y su líder, Muthana Harith al Dhari –uno de los referentes espirituales de la comunidad suní- con quien integró el Congreso Fundacional Nacional Iraquí, establecido en el 2004 como una coalición de fuerzas contrarias a la ocupación extranjera.

"Los americanos y en especial Bremen (Paul Bremer, el regente de EEUU en Iraq que sentó las bases de la catástrofe iraquí con sus polémicas decisiones entre el 2003 y el 2004) fueron los que introdujeron la 'fitna' (división) en Iraq. Destruyeron los cimientos de la nación y dividieron el poder político entre las sectas. El objetivo siempre fue crear pequeños cantones no sólo en Iraq sino en toda la región para beneficiar a Israel", indica.
-PREGUNTA: Pero, los coches bomba de Al Qaeda también contribuyeron de forma primordial a azuzar la guerra sectaria, ¿no?

-RESPUESTA: En Iraq no existían ni coches bomba ni cinturones explosivos antes de que llegaron los norteamericanos. Ellos y los traidores de países vecinos como Jordania o Arabia Saudí fueron los que importaron esta práctica para acusar a la resistencia. Es cierto que en Al Qaeda hay gente mala, como en todos los movimientos pero, también tienen secciones que sólo pelean contra los norteamericanos.

La verborrea de Al Baghdadi se endurece por momentos. Su desprecio hacia Estados Unidos es extremo. Dice que es una nación "creada por los ladrones sin raíces que salieron de las cárceles de Europa".

Pero también vilipendia la democracia, que para él "sólo sirve para los 'kafir' (infieles)". En una entrevista con Al Yazeera en abril del 2006, el religioso descalificó este sistema político que llegó a identificarlo con las manifestaciones a favor del matrimonio gay, del que dijo debería estar penado con la muerte. "¿Se puede usted imaginar una manifestación de millones de iraquíes a favor del matrimonio entre gente del mismo sexo como en Suecia o América? Esto es una terrible catástrofe prohibida totalmente por el Islam. Los que se casan así deberían ser asesinados lo más pronto posible y también quemados", manifestó sin reparo.

La despedida se mantiene dentro de los mismos parámetros. "Por favor escriba de manera fiel lo que he dicho porque sabemos que los directores de sus periódicos son todos sionistas", sentencia

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