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El cometa Holmes y la Luna llena

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(Imagen 1 e Imagen 2)



Por: ÁLEX MENDIOLAGOITIA


El Sistema Solar está compuesto por una estrella, ocho planetas, cientos de satélites, miles de asteroides y millones de cometas. Estos últimos vienen de las gélidas profundidades del Sistema Solar para visitarnos de cuando en cuando. Al hacerlo, su hielo se convierte en gas y el cometa desarrolla su característica cola. Al alejarse hacia las profundidades del Sistema Solar el cometa sufrió un espeluznante aumento de brillo, lo que no es habitual. Se cree que el cometa pudo chocar fortuitamente con un asteroide o que una bolsa interna de gas del cometa explotó.

En ese momento el inadvertido cometa Holmes aumentó su brillo medio millón de veces ya que al fragmentarse expelió una gran cantidad de hielo a su alrededor. Como el hielo refleja muy bien la débil luz solar que recibe el cometa, su brillo aumentó significativamente. A pesar de encontrarse a cientos de millones de kilómetros de la Tierra, los astrónomos aficionados pueden captar con sus telescopios, este tipo de eventos, registrando en sus fotografías el brillante núcleo central y el hielo expelido que hay a su alrededor. La fotografía fue tomada por Alex Mendiolagoitia desde Bonilla (Cuenca) acoplando una cámara réflex digital a un telescopio Meade LX 200 12” a foco primario. (Imagen 1)

Por su parte la Luna es el único satélite natural de la Tierra. A pesar de estar tan próximo es muy distinto en su aspecto de tonalidades grises. Ya a simple vista se distinguen claramente dos tipos de superficie: una muy oscura llamada mare y otra más clara denominada terrae. Estos nombres fueron otorgados en la Edad Media, cuando se creía que la parte oscura de la Luna podría ser un mar parecido a los océanos terrestres. Con la primera mirada de Galileo a la Luna a través del telescopio (lo que celebramos en el Año Internacional de la Astronomía) se demostró que los mare no son mares de agua sino terrenos llanos de la Luna que –posteriormente– se descubrió eran enormes cuencas de impacto rellenadas por lava del interior lunar.

El relleno de la lava lunar borró todos los cráteres y montañas lunares existentes, mostrando por ello muy pocos cráteres, en contraste con las zonas claras de la Luna, que están plagadas de cicatrices de impacto. La Luna es un objeto de fácil alcance para cualquier observador, pues unos simples prismáticos ya revelan multitud de montañas y cráteres, sobre todo si se observan las distintas fases lunares y se mira hacia la frontera entre la parte iluminada de la Luna y la mitad en la que en nuestro satélite es de noche. Fotografía tomada con una webcam a través de un telescopio de 1 metro de focal. La fotografía es el resultado mosaico de 40 imágenes individuales de diferentes partes de la Luna. (Imagen 2)

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